Da regalos para recordar

Vida 19/12/2017 05:18 Víctor Jiménez Actualizada 05:25
 

Comenzó la temporada navideña y con ella las compras, las celebraciones, los regalos. Hacer feliz a alguien con un regalo esta Navidad no necesariamente implica gastar mucho dinero o dar cosas materiales. Podemos regalar experiencias, como los placeres sencillos de la vida: un café acompañado de una grata charla con un amigo, una invitación a un desayuno, una visita a un museo, una excursión de un día o un fin de semana, un masaje relajante, una clase de baile. Las experiencia que obtenemos de esta manera crean recuerdos y se extienden a lo largo del tiempo. Cuando vivimos cosas al lado de otras personas, las relaciones se fortalecen.

Creando recuerdos junto a otros. Un estudio realizado por Ryan T. Howell muestra que preferimos tener experiencias agradables con quienes amamos que recibir un regalo material de su parte. La gente guarda entrañables recuerdos de los momentos compartidos. Se podría tratar de un paseo por el campo, una salida al cine o un romántico picnic bajo el sol o las estrellas. Tendemos a recordar con mayor facilidad lo que hacemos juntos que los regalos materiales que recibimos.

Con el tiempo, nos adaptamos rápidamente a las cosas materiales, con lo que disminuye nuestra capacidad para disfrutar de ellas. Incluso el teléfono más nuevo pronto pierde brillo y atractivo, mientras que los buenos recuerdos se fortalecen con el tiempo. Regalar a los niños (y por qué no también a los adultos) una ida al circo es una gran oportunidad de acercamiento afectivo o de unión familiar.

Dicen que el placer de un objeto nuevo es tan transitorio como su olor a nuevo. En contraste, las vivencias permanecen en la memoria hasta el fin de nuestros días. Es más probable que recuerdes esa fiesta de cumpleaños sorpresa organizada por tus amigos que el regalo envuelto que recibiste en tu cumpleaños. Valoramos más lo vivido que las cosas que nos regalan. Seguramente en nuestro lecho de muerte no recordaremos los bienes adquiridos a lo largo de la vida, sino las relaciones que construimos y los momentos pasados al lado de personas queridas.

Regalos más significativos. No se trata de eliminar por completo los regalos de las festividades, pues dar algo que el otro anhela también es una fuente de felicidad. Es posible combinar los dos tipos de regalos: algunas veces algo material y otras una agradable experiencia.

También se puede regalar un libro a un niño, con la promesa de leerlo juntos. Una tienda de campaña para cinco personas puede llevar a una experiencia en el campo para toda la familia. Un instrumento musical podría motivar a la persona a tomar una clase de música. Una invitación a comer o cenar puede ser una gran oportunidad para que una pareja con hijos disfrute de un tiempo a solas.

Asegúrate de agregar algunas experiencias en tus regalos esta Navidad. No solo quienes las reciben se benefician de ellas. De acuerdo con estadísticas, regalar experiencias en lugar de objetos materiales nos hace más felices: produce emociones positivas, nos acerca a las personas y ayuda a reducir el estrés.

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