Para que los niños hagan la tarea

19/08/2014 03:00 Víctor Jiménez Actualizada 22:30
 

Entre las actividades cotidianas, hacer la tarea es una de las más difíciles para muchos niños. Esta labor es motivo de tensión y discusión, pues los chicos siempre prefieren jugar o ver televisión que cumplir con los deberes. La resistencia de los niños, que incluye gritos, rabietas, malas caras y una lucha de poder, puede ser abrumadora para los padres.Los deberes escolares, sobre todo con los niños más pequeños, son un trabajo cooperativo entre padres e hijos. Y la función de los padres es lograr que sus hijos se responsabilicen de sus trabajos en casa. Pero los padres también necesitan un poco de orientación y hacer su propia tarea. Esta consiste en saber qué hacer y qué evitar para que el trabajo escolar en casa no sea un problema.

¿Cuál es la tarea de los padres?

· Mantener la calma tanto como puedan. Gritar crea un ambiente tenso y negativo y, en definitiva, no ayuda al niño a hacer el trabajo. La función de los padres es apoyar y guiar, para lo cual deben hacer acopio de toda su tolerancia y paciencia.

· Comunicar a sus hijos sus expectativas: que terminen a tiempo la tarea y que la hagan bien. Es una buena idea asignarles el mismo horario y lugar para hacer los deberes; esto les ayuda a formarse el hábito y la disciplina. La tarea de los padres es organizarse y disciplinarse ellos mismos.

· Conocer a sus hijos. Algunos niños y adolescentes son más independientes y pueden hacer la tarea sin mucha ayuda, mientras que otros requieren orientación y supervisión. A los padres les corresponde identificar las fortalezas y debilidades de sus hijos, por ejemplo, algunos son mejores en matemáticas que en español.

· Procurar que haya silencio mientras sus hijos hacen la tarea. Evitar distracciones: apagar la televisión y prohibirles tener su teléfono o tablet a la mano.

· Darles un “empujoncito” con los primeros problemas, o ayudarles a generar algunas ideas, conscientes de que son los niños quienes deben hacer el trabajo, no los padres.

· Elegir, entre el padre y la madre, quién es la persona indicada para ayudar en los deberes, esto con base en las habilidades de cada uno, la paciencia y la disponibilidad de tiempo.

· Para motivarlos, ofrecerles un incentivo por hacer la tarea o por obtener buenas calificaciones. En lugar de dinero, se les puede recompensar con una golosina, con la renta de su película favorita o con un paseo el fin de semana. No se debe abusar de las recompensas.

· Revisar el trabajo realizado y hacer comentarios positivos sobre lo bien hecho para reforzar su buena disposición al trabajo escolar.

¿Qué deben evitar los padres?

· Terminar haciendo la tarea de sus hijos, después de darse por vencidos ante la resistencia de los pequeños. Las pataletas pueden ser una forma de desviar la atención y así evitar sus deberes. Hay que poner atención a los juegos de manipulación.

· Evaluar las tareas de los hijos. Su responsabilidad consiste en guiar a los niños y hacer sugerencias, no críticas, para que mejore su trabajo: “La próxima vez, cuida un poco más…” o comentarios sobre cómo hacerlo. Hay que recordar que quien lo evalúa es el maestro.

· “Motivar” por medio de amenazas. No es necesario amenazar, es suficiente con exponer tranquilamente cuáles pueden ser las consecuencias de no hacer la tarea o de hacerla mal. Se debe hacer notar al niño que él es responsable por el resultado de su descuido.

Algunos niños tienen mayor dificultad para hacer sus tareas y necesitan más apoyo. Es posible que estos niños no sean estudiantes sobresalientes, pero eso no significa que no serán exitosos en su ocupación o profesión más adelante en sus vidas. Por ahora, el papel de los padres es orientarlos, apoyarlos en los retos y enseñarles acerca de la responsabilidad.

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