La rebeldía en los hijos

ZONA G 21/08/2016 11:09 Redacción Actualizada 11:30
 

Por Irma Gallo

Mamás y papás: mi hija está pasando por una etapa de muchos cambios, como seguramente les pasa a algunos de sus hijos. Va a pasar de la primaria a la secundaria y al mismo tiempo que no puede negar su emoción por esta nueva etapa, creo que también está nerviosa, un poco ansiosa, tal vez.

Siempre ha sido una chica de carácter fuerte, pero ahora está más rebelde que nunca: cree que lo sabe todo y me responde como si así fuera; a menudo se retrae y pasa un buen rato sin hablar, y si yo le hablo no me responde (o apenas y lo hace).

Debo confesarles que me está costando mucho trabajo enfrentar estos cambios, (aunque ya mucho había leído al respecto), así que quiero compartir con ustedes algunas de las cosas que averigüé. Quizá se sorprendan, tanto como yo.

Principales tipos de rebeldía

Los sicólogos han logrado ponerse de acuerdo en cuatro tipos principales:

Regresiva: Los chicos tienen miedo de asumir nuevas responsabilidades y formas de actuar, por lo tanto se encierran en sí mismos, se retraen. Es un tipo de protesta pasiva.

Agresiva: La inseguridad se vuelve en agresividad y violencia: con gritos, portazos y demás, tratan de expresar su angustia y debilidad.

Transgresiva: Más allá del ámbito familiar, los chicos se expresan y actúan en contra de las normas fijadas por la comunidad y la sociedad. Por ejemplo: fumar, beber, tener relaciones sexuales tempranas o con individuos del mismo sexo o mucho mayores de edad. Aquí, el peligro es que fácilmente se pueden enganchar con drogas y/o pandillas.

Progresiva: Es un tipo de rebeldía positiva, pues ahí el adolescente se da cuenta de cuándo se está cometiendo una injusticia con él (la) y discute alternativas, busca consensos con los padres acerca de las reglas que no le parecen justas.

¿Qué nos dice este comportamiento?

1. Primero, y lo más obvio, es que están experimentando cambios muy fuertes en su organismo (a nivel hormonal y emocional), que no saben cómo manejar: de ser niños casi sin responsabilidades están pasando a una etapa en la que se cuestionan (y se les cuestiona) todo, experimentan por primera vez el enamoramiento y el deseo sexual y no saben cómo expresarlo.

2. Pero también están pidiendo atención a gritos: Muchas veces las necesidades económicas nos llevan a que ambos, mamá y papá, trabajen y pasen mucho tiempo fuera de casa, lo que provoca que los chicos tengan que enfrentar solos toda esta avalancha de cambios físicos y emocionales, y su enojo está dirigido a los padres. Por ello, hay que darles tiempo de calidad.

3. Si eres una mamá o un papá impulsivo, que reacciona con violencia y que resuelve todo a gritos, no te extrañe que tu hijo empiece a imitarte en esta etapa de la vida. Para él, es lo más normal del mundo. Mejor trata de usar un volumen de voz normal y de expresar con argumentos porqué no estás de acuerdo en tal o cual cosa.

4. Si te la pasas criticando a sus amigos, su forma de vestir, cómo se maquilla, lo que come, etc., seguramente estás logrando que se distancie de ti y que se sienta cada vez más enojado. La adolescencia es una etapa en la que el chico quiere afirmar su independencia, y ésta pasa por adquirir un estilo propio. Entiende que no tiene nada que ver contigo.

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