Vive amenazada tras desaparición de su hija

La roja 27/03/2018 05:18 Lydiette Carrión Actualizada 05:25
 

Laura Curiel vive a salto de mata con su nieto de seis años, desde que su hija Daniela Mabel Sánchez Curiel desapareció, el 10 de marzo de 2015.

Laura y el pequeño son desplazados por la inseguridad. Por buscar a Daniela y preservar la integridad del niño, Laura y su familia no han parado de recibir amenazas y hostigamiento; así que ella dejó su casa en el Estado de México y vive con amigas, o de plano se traslada a otro estado de la República. 

Las autoridades mexiquenses han alegado que las amenazas “no son un delito”, así que no han tomado medidas para detener al agresor, denuncia la víctima.

En 2015, Daniela Mabel tenía 20 años, un hijo pequeño de tres años y vivía con su pareja y padre de su hijo, un joven de nombre Christian; los tres compartían un cuarto en la casa de los papás de Christian. 

El 10 de marzo de aquel año, Daniela envió un mensaje de Whatsapp a su mamá. Había acordado regresar a vivir con ella, ya que había problemas con la pareja y, de hecho, Daniela había decidido comenzar una nueva relación. 

Esa noche, mamá e hija se ponían de acuerdo para la mudanza. Los mensajes iban y venían, hasta que Daniela comentó que su esposo había llegado a casa, se encontraba molesto y había salido con el niño, que entonces tenía poco menos de tres años. 

Luego, tras una hora (ya en la madrugada del 11 de marzo) comentó que Christian ya había regresado con el niño y dio las buenas noches a su mamá. 

LE PIERDEN LA PISTA. A la mañana siguiente, Laura trató de comunicarse con Daniela, sin éxito. Le enviaba mensajes y le marcaba, pero entraba directamente el buzón. Laura la buscó en su trabajo, pero sus compañeras comentaron que no había llegado a laborar. 

Por la tarde, Christian se comunicó con Laura y dijo que Daniela se había ido de la casa, que probablemente fue a casa de una tía.  

Se supone que Daniela había quedado de pasar más tarde por su hijo, pero nunca regresó y no contestaba el teléfono. Laura entonces se llevó a su nieto, y desde entonces se hace cargo de él.

Días después, Christian pidió a Laura la contraseña del Facebook de Daniela; alegó que ésta había usado la cuenta de su madre como correo de seguridad. 

Esa misma tarde, Laura, en compañía de un sobrino, se dio a la tarea de acceder al Facebook de su hija. Tras varias horas lo lograron. Ahí encontró varias conversaciones fechadas el 11 de marzo de 2015 (el día en el que desapareció). Supuestamente, en una de éstas, Daniela platica con una amiga y le dice que se encuentra en un hotel con un desconocido. Pero ahí también asegura que se le cayó su celular al jacuzzi y está chateando desde otro aparato. 

Otro mensaje era a la pareja actual, un joven de apellido Estrada. En esa conversación, la supuesta Daniela asegura que está en casa de su tía, y luego agrega que esa tía fue a visitar a su abuela. Pero la abuela y la tía viven juntas. Por esos detalles es que Laura sabe que su hija no escribió estas conversaciones. 

Pero lo que más preocupó a Laura es que, unos días más tarde, el nieto comenzó a narrar que no quería que nadie le pegara como su papá golpeó a su mamá, con un martillo. Desde entonces, Laura se ha negado a dejar a su nieto con el padre, lo que le ha valido amenazas y acoso, a tal grado que vive escondida, y sólo regresa al Estado de México a hacer diligencias para hallar a su hija.

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