La entierra en el parque

La roja 01/12/2016 05:00 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 05:05
 

La tierra no logró esconder el crimen de su novia y el hijo que ambos esperaban. El temor por ser descubierto a mitad de la madrugada, mientras sepultaba un cadáver en un parque público de Álvaro Obregón, lo obligó a huir antes de poner fin a su crimen.

Horas después, cuando él ya estaba lejos de ahí, aproximadamente a las 14:00 horas, del 29 de octubre pasado, su asesinato quedó al descubierto. 

Un policía auxiliar que hacía uno de sus recorridos por ese parque, que cuenta con 73 hectáreas, alcanzó a ver que algo sobresalía de un montículo de tierra. Al acercarse se dio cuenta que debajo de ramas,  hojas y tierra estaba el cadáver de una mujer que vestía un pantalón rosa y pantaletas del mismo color que tenía a la altura de las rodillas.

Minutos más tarde, esa pequeña parte del parque, donde muchos van a correr y otros llevan a sus hijos a jugar, era un hervidero de policías, peritos y bomberos que rescataron el cadáver.

En el anfiteatro de la Fiscalía Desconcentrada en Álvaro Obregón se descubrió que la víctima estaba embarazada, con 32 semanas de gestación,  según la necropsia, en la que también se determinó que murió estrangulada.

Días después, cuando el caso ya había sido turnado a la Fiscalía de Homicidios de la Procuraduría capitalina,  fue identificada por su hermano. Él les dijo que ella tenía un novio con el que en ocasiones se quedaba a dormir en una cueva que se encuentra en el citado parque.

También que en los días posteriores al crimen, recibió mensajes del teléfono celular de su hermana en el que le decía que era muy feliz y que ahora estaba en Estados Unidos viviendo con su novio. Versión de la que él dudaba.

En ese momento, ese hombre se convirtió en el principal sospechoso. Los agentes de la Policía de Investigación le mostraron al hermano de la víctima algunas imágenes que obtuvieron de cámaras de seguridad de las calles aledañas al parque y él confirmó que se trataba del novio de su hermana. 

Con testimonios de otros testigos, la búsqueda del sospechoso se cerró a un reducido número de lugares donde podía estar. No fue necesario buscar demasiado. Dos semanas después del asesinato, lo capturaron con base en una orden de aprehensión, cuando caminaba cerca del parque donde cometió el crimen.

En entrevista con los agentes y después ante el Ministerio Público se negó a decir por qué la estranguló. En todo momento se dijo inocente, aunque todas las pruebas estaban en su contra.

Al ser presentado ante el juez, en audiencia inicial, fue vinculado a proceso y se le impuso como medida cautelar la prisión preventiva en el Reclusorio Norte.

Durante los próximos cinco meses, el Ministerio Público deberá concluir su investigación y la defensa presentar las pruebas a su favor.

De ser encontrado culpable del delito de feminicidio, podría pasar hasta cuatro décadas tras las rejas. 

 

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