¡El vivo al gozo con el pan de muerto!

Al día 28/10/2016 09:10 Paola Ascencio Actualizada 14:45
 

Saciar antojos es una de las especialidades de esta panadería. Lo hacen con sus conchas esponjosas de cobertura dulce, con los bollos espolvoreados en azúcar glas, y con siete sabores diferentes de lo más típico y tradicional del pan mexicano: el pan de muerto.

En Karsapan o La Pilarica, como la llaman los viejos conocedores, no importa la fecha ni la hora, aquí el pan de muerto está vigente todo el año y deleita cualquier gusto del comensal. Desde aquellos que buscan lo azucarado, hasta los que prefieren algo más simple.

Este lugar es una de aquellas panaderías que luce como cualquier otra. De panes blandos o caramelizados formados en hilera, y pinzas y charolas de metal para escoger la pieza predilecta, esa que endulza el paladar.

Sus recetas tienen poco más de 70 años. Preparaciones que provienen del “Chino Novoa”, un español que huyendo de la guerra civil, llegó al centro de la Ciudad de México en 1940 y comenzó a preparar mantecadas de Astorga para sobrevivir. 

A la larga, su negocio pasó a manos mexicanas y el folclor de los panes de muerto ataviaron la cocina. Hoy, en el número 77 de la calle de López, a dos edificios del lugar donde todo inició, los hornos de metal, enmarcados por restos de pan tostado y azúcar, aún protegen la masa con olor a mantequilla, y siguen sahumando el lugar con un aroma caliente.

Uno podría asegurar que el secreto del sabor de sus mullidos panes de muerto está en la felicidad con la que los panaderos los elaboran; siete sabores que colman de gozo a los paladares y que hacen de su especialidad, el mejor banquete para ofrendar a la muerte.

En un principio, el pan tradicional de esponja amarilla con olor a mantequilla y escarchado con azúcar, era el bollo principal. 

Ahora es el pan de muerto relleno de crema de nata, aquél que se sobrepone al gusto del cliente, pues su sedosa mezcla acaramelada se convierte en el complemento perfecto para una textura rugosa.

Puedes adquirirlo polvoreado con azúcar glas o con un escarchado de cuadritos de azúcar, sea cual sea la elección, ambos son una buena opción.

También encontrarás pan de muerto cubierto con ajonjolí, dándole una fusión de sazones con toques de semilla y una cobertura dorada y uniforme. 

Los de higo y nuez, que guardan trocitos generosos en su interior, o el marmoleado, que tiene una preparación con base de vainilla, cacao, chocolate hersheys y se rocía con azúcar al salir del horno. ¿Buscas un panqué de muertos especial? Prueba sus tumbas, un panque de más de 50 centímetros de largo, ¡relleno de cajeta! 

Pan de muerto relleno de crema de nata, su sedosa mezcla acaramelada lo hace ¡delicioso!

¿Dónde?

Visítalos de lunes a sábado, de 6:00 a 21:00 horas, y domingos, de 6:00 a 20:00 horas, en calle López #77, casi esquina con Ayuntamiento, en la colonia Centro.

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