Todos los días desde que este local levantó su cortina, Alberto mueve, acomoda y mide la cantidad de tacos que caben en su canasta de tamaño colosal, mientras espera atento a que lleguen sus clientes.
Para él no hay otra prioridad. Hay quienes llegan temprano y se deleitan con sus suculentos tacos, otros quienes ya no alcanzan, pero apartan más de veinte para el día siguiente, sea cual sea la forma, los halagos que reciben sus tacos regordetes nunca se hacen esperar.
Así lo han hecho los clientes de esta vieja lonchería que lleva por nombre Tacos Joven y donde los tacos de canasta se han convertido en toda una experiencia culinaria propia de la colonia Narvarte.
Entre paredes cubiertas por mosaicos azules deslavados por el tiempo, mesas de madera, una barra de concreto y un aspecto desaliñado, este antaño local guarda una historia que se remonta al año 1962.
Justo en la esquina entre Cumbres de Acultzingo y Avenida Universidad, Félix Rosas, un hombre oriundo de Tlaxcala, aseguró su ingreso diario acompañado de una bicicleta y generosos tacos de canasta. Al grito de “taaaaacos joooven”, cuentan los comensales que Félix ofrecía sus tacos de dadivosa proporción.
Fue hasta 1971 que sus ahorros le permitieron comprar un local en la calle de enfrente. Por eso afuera de éste, yace una jardinera de concreto con la leyenda 1971-1990-2012. Alberto, taquero canastero de oficio y designado a despachar el cotizado manjar, asegura que es un “error de actualización”, pero sin importar la fecha grabada, Tacos joven sigue marcando historia y dejando huella en el paladar de sus viejos y nuevos clientes.
Al sazón de más 50 años de experiencia y tres generaciones, estos tacos gigantes, nada parecidos a los comúnmente conocidos, no pierden sabor. Los hay de tres carnes: en adobo, deshebrada y servida al natural, y de un mole suavecito que se deshace en la boca y hace que tu lengua salive.
También encontrarás los tacos rellenos de frijoles refritos y el clásico de papa machacada, pero la gran especialidad de la casa es el taco de chicharrón. No es prensado, es guisado y su caldoso sabor acompañado con cebollitas no tiene comparación. Es tan rico y tan grande que la carne se desborda, así que terminarás por comerlo con los dedos.
Aquí todos sus tacos son cubiertos con una tortilla cocinada bajo el proceso de nixtamal, que permite que no se troce ni se rompa; tampoco se torna aguada. Además, todo se prepara a las cinco de la mañana. “Tenemos nuestro laboratorio de tacos cerca de la colonia postal. Ahí los preparamos y los traemos para acá, ya calientitos para cuando llega la gente”, menciona Fernando, dueño actual, quien se asegura de tener suficientes tacos hasta las cuatro de la tarde, hora en la que generalmente se acaba el producto.
¿Lo mejor para acompañar? Guacamole fresco, chile en vinagre con rodajas de zanahorias o la salsa especial de la casa que guarda un glorioso sabor: salsa de chile morita y ¡chicharrón!
“Soy cliente desde hace más de 35 años. Venía cuando iba en la prepa, me los presentó un amigo Libanés y me volví fan. Por lo menos vengo una vez al mes. El sabor cada vez es más rico” Oscar Vázquez
“Conozco al señor desde que venía en la bicicleta, mi favorito es el de carne deshebrada con la salsa de chicharrón” Carlos García
Visítalos de lunes a sábado de 9:00 a.m. a 4:30 p.m. y domingos de 9:00 a.m. a 2:00 p.m., sobre la Avenida Universidad #199, local B, en la colonia Narvarte.
Huevómetro: 5 estrellas
Plato estrella: Taco de chicharrón: un taco de gran proporción relleno de chicharrón guisado y jugosito, acompañado de cebollitas.
