¡De taller a taquería!

Al día 23/09/2016 09:26 Paola Ascencio Actualizada 15:47
 

 

Es mundialmente conocido que el taco es el platillo más representativo del México banquetero. Saciador del troglodita citadino que busca apaciguar su hambre con una preparación provechosa, poderosa y vasta en sabor.

Aquí se puede conseguir uno de los mejores tacos de pastor de la ciudad. De aquellos que evidencian el talento culinario del taquero de barrio que domina el cuchillo y taja la piña en un solo movimiento; que sirve en una tortilla caliente, que no se aguada ni se deshace, una porción de carne jugosa y sin pellejo que no engrasa el paladar.

Taller mecánico de día y taquería por la noche, El vilsito tiene todo lo que cualquier comensal asiduo de calle desearía: tacos de generosa proporción, una parrilla construida con ladrillos —repleta de cuatro tipos de carne fresca y cebollas cambray chamuscadas—, dos trompos de pastor que emanan un agradable calor con aroma a pasas, nuez, y especias, agua de horchata y de jamaica, y una salsa extra picosa.

Su encanto comienza en la fachada. Y es que las cortinas de lámina que por la mañana se enrollan para recibir automóviles con fallas, por la tarde se transforman en las puertas de una taquería nocturna de cuarenta años de antigüedad.

Conocido como El vipsito —título que cambió por un problema de registro—, Raymundo, empleado del lugar, cuenta que el negocio inició de la sobresaliente mente de Isidro Hernández Trejo, un hombre originario de puebla quien decidió conjuntar los dos oficios en un solo lugar.

Sobre la pared de esta taquería los cuadros con fotografías de sus platillos estrella resaltan entre las láminas de color rojo: tacos de bistec bien cocido y cubiertos con queso y verduras; volcancitos de chorizo, chuleta, res o pollo servidos en una tostadita crujiente y bañada en aceite; y gringas de pastor preparadas con tortilla de harina y con suficiente carne como para desbordarse del plato.

Los tacos son la especialidad de la casa, y es que no sólo llevan el sazón secreto con el que reúnen a poco más de 100 comensales frente a su local, sino que cargan con la habilidad de los taqueros para preparar de manera veloz, un verdadero taco de calidad.

Aquí cualquier platillo causa regocijo en la boca. Tanto por los jugos de carne concentrados y combinados con mazacotes de queso oaxaca fundidos, como por las salsas con las que se acompañan, pero además del taco, hay una preparación que no tiene comparación: la torta de pastor.

Una magna y regordeta torta que mezcla el sabor de frijoles caseros, mayonesa, aguacate, cebolla y jitomate frescos, con la grasita jugosa del pastor que provoca que tu lengua salive. Mide cerca de 20 centímetros de alto y tiene tanto sabor que no puedes pisar este lugar, sin ordenar una para llevar.

¿Dónde?

Visítalos de lunes a jueves, de 8:00 pm a 2:00 am; viernes y sábados, de 8:00 pm a 5:00 am, y domingos, de 4:00 pm a 12:00 pm, sobre la calle Petén #248, esquina con Universidad, en la delegación Benito Juárez.

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