Lucha por la inclusión

Al día 27/10/2016 05:00 Actualizada 05:10
 

Luis Maciel

La verdadera vocación de René González Puerto es transformar la mentalidad de las personas. Su vida es un ejemplo de superación y solidaridad.

Cuando tenía seis meses de edad, los doctores dijeron a sus padres que él tenía discapacidad auditiva. El diagnóstico apuntaba que el menor nunca podría hablar,  leer ni  escribir.

A sus 33 años  es el primer sordo en la historia de México con un doctorado y postdoctorado. René reside en Yucatán, pero visitó la Ciudad de México para participar en   la conferencia "Más allá de la Inclusión y Derechos, Discapacidad Invisible y Resiliencia", en la que criticó la manera de pensar de las personas con sordera en el país y compartió su testimonio.

Con el futuro en contra, desde muy chico René aprendió a vocalizar y a decir palabras simples; en su juventud  reforzó su forma de comunicarse aprendiendo Lenguaje de Señas, con lo que logró comprender el español,  herramientas  para terminar con honores sus primeros estudios.

Después de cursar la preparatoria, buscó un trabajo para costearse la carrera de Psicología   y contrario a los pronósticos de su familia, el joven concluyó la carrera.  “Mi mamá me decía que no iba a poder, pero yo no le creí, aunque me dolía mucho”, comenta.

Gracias a esa convicción, René descubrió que leer y escribir  le era muy útil para comunicarse con sus compañeros y maestros, porque asegura que existe poca capacitación de Lengua de Señas, en el ámbito académico. “Yo era el único sordo de la escuela”.

Saber español le permitió completar  su maestría en Ciencias de la Educación, su doctorado en la misma materia, y un postdoctorado en Gestión Integral de Gestiones Educativas.

Sus estudios han estado dirigidos a la inclusión de las Personas con Discapacidad (PcD), por ello, ha impartido conferencias, talleres y cursos en la UNAM o el Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad (Indepedi).

“Las personas sordas prefieren vivir en una zona de confort, pero si se convencen de salir, descubrirán  de lo que son capaces”, dice  René en sus ponencias a través de la Lengua de Señas.

René ha conocido en su vida a muchos sordos que están confinados en sus casas, porque sus familias les ordenan no salir, pero   necesitan desenvolverse socialmente y en la vida laboral para provocar un cambio en la manera de pensar de las autoridades.

Hace unas semanas, René fue invitado a presenciar uno de los juicios orales que se acaban de implementar en el país, y ahí  entendió que el sistema está rezagado, porque nadie  supo comunicarse con él, por ello está por concluir la licenciatura en Derecho, quiere ayudar a cambiar las leyes mexicanas en favor de una mayor inclusión.

“Si no me entiende el juez a mí, qué no le harán a otros sordos, qué les harán firmar a los ciegos. Sólo accediendo a puestos importantes podremos cambiar a los funcionarios, para que dejen de pensar que la inclusión se alcanza sólo construyendo rampas para sillas de ruedas”.

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