Un milagro hecho mujer, eso es Martha Patricia, o al menos así se considera después de sobrevivir a una descarga eléctrica que le destrozó manos y pies. Ella es una mujer trabajadora y autosuficiente, cuyo sueño es fundar una planta recicladora que ofrezca empleos adecuados a personas con discapacidad.
Fue esa hambre por reciclar todo, lo que la llevó hasta la azotea de su casa a maniobrar una lámina metálica muy cerca de los cables de alta tensión.
“Yo creo que la basura somos nosotros por cochinos, todo lo demás son desechos que se pueden aprovechar y eso es lo que hago, aunque suelo acumular cosas, pero después les encuentro uso", comenta Martha Patricia Tejeda Muñoz.
Aquel 16 de julio de 2012, ella estaba en un cuarto piso cuando la lámina chocó con los cables que transmitieron una descarga que entró por los brazos y recorrió su cuerpo hasta salir por sus pies. Paramédicos del ERUM encontraron a Martha Patricia consciente. Les relató cómo había ocurrido la descarga y vio que sus brazos estaban calcinados y sus pies descarnados.
"Hasta tronó el transformador, dos de mis dedos del pie derecho se quedaron pegados en las botas, el izquierdo fue liberado, descarnado", recuerda.
Sus creencias religiosas la llevaron a aferrarse a pedir ayuda divina para sobrevivir. "Mi intención fue seguir viviendo, tengo un instinto de supervivencia muy fuerte porque tengo muchas cosas por hacer todavía".
Tras la descarga fue necesario amputarle ambos brazos, también un tercio del pie derecho y la mitad del pie izquierdo. Una nueva condición que le exigía valerse de su creatividad y ánimo emprendedor para solucionar sus necesidades diarias. Así, adaptó un peine a las correas que ata a sus muñones para subir cierres, fumar y escribir en la computadora.
Esta semana, Martha Patricia cumple un año en el Instituto para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad (INDEPEDI), donde trabaja en la jefatura del departamento de sensibilización, cuya misión es promover que la sociedad tome conciencia sobre las personas con discapacidad y se ofrezca un empleo adecuado.
Martha Patricia también trabaja en un proyecto de una planta recicladora que ofrezca empleo a personas con cualquier tipo de discapacidad.
"Las personas con discapacidad son productivas y talentosas", repite como un lema. "Al darles trabajo se sienten útiles, tienen la seguridad de tener un peso en la bolsa, son más creativos, emprendedores, autosuficientes, es una gran oportunidad para todos", asegura y promete que el proyecto estará listo para el próximo sexenio.