Deleita a los morelenses

Sexo 22/11/2017 05:18 Actualizada 08:19
 

Hola, mis chulos y chulas, este fin de semana estuve en Cuernavaca, me tocó ir a dar show en el club Fantasy.

Emocionada de que por fin ya tienen  El Gráfico Morelos, debo decirles que amé su ciudad, es tan hermosa, la naturaleza abunda en cada rincón, entre los ladrillos de las paredes salen las plantas que demuestran que aunque sea una ciudad, lo verde  va a seguir decorando cada rincón.

Debo admitir que lo único que me hizo llorar son todas sus subidas, si algo odio más que caminar en subida, son las escaleras en una subida, mis piernas no terminaron cansadas del show ni los tacones, si no de la visita al centro. 

Y es que me fui a buscar una sex shop, porque el primer día de show no tenía una a la mano, así que tuve que usar un pepino, pero como siempre era tamaño industrial, así que debí cortarlo para reducirlo, porque si no, sabía que no iba a poder metérmelo completo. Ya saben que mi show consiste en pasar a gente del público para que puedan lamer el chocolate que escurre de mi cuerpo, y después el show de dildos, pero era demasiado duro ese pepino y grande, cuando comencé a pasar a los chicos al escenario era un poco complicado, pero me excité tanto que el pepino entraba con más facilidad, hasta que pasé a un chico y le dije que debía metérmelo con la boca y lo mordió, por lo que me quedé sin ‘herramienta’ para introducirme, y se acabó el show por ese día. 

Por eso fui a buscar la sex shop y vaya que encontré una muy bien surtida, había lencería, penes pequeños y gigantes, de esos que es sorprendente  que una puede metérselo, y entre todos ellos encontré uno color morado, de textura suave, pero firme, tiene testículos incluidos y es maravilloso porque funciona con ventosa, lo puedes pegar a la pared o al suelo, o a una silla.

El segundo día iba súper preparada y contenta con mi nueva adquisición, y al momento del show se notó. Con un sillón rojo en el centro de la pista, me senté en la orilla y con mis piernas abiertas comencé a tocar mi clítoris, a rozar el dildo por toda mi vulva, hasta que por fin entró, me daba despacio y luego más rápido, en un momento lo pegué en el suelo de la pista, y así comencé a darme yo solita, sentones y movimientos balanceándome; los del público se volvían locos y se agachaban para ver bien lo que estaba haciendo. 

Luego me paré, despegué a mi amiguito del piso y me acosté sobre dos chicos que estaban en una mesa cerca y así subí una pierna a su mesa, para seguir dándome placer, ellos veían todo muy de cerca y enloquecían, me decían cosas como: “eres una diosa y lo sabes” “qué rico” “¿te ayudo?” se notaba que estaban disfrutando el show.

La música casi se terminaba y me hinqué frente a uno de ellos y le puse el dildo como si fuera su pene y empecé a chupar, sus ojos se ponían más grades como si sintiera que era su miembro, supongo que en su mente todo estaba al mil por hora. Me paré e hice reverencia para agradecer a los asistentes y salí de escena.

La gente de allá es tan amable, la comida deliciosa, sin duda, espero regresar pero a vacacionar, infinitamente recomendado y regresé a mi casa llena de amor morelense. 

¡Nos leemos la próxima semana, los adoro!

Google News - Elgrafico

Comentarios