Ignoraron su caso

24/12/2013 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 15:42
 
No se llevó ropa alguna o dinero. Sólo la mochila de la escuela. Dijo que iba a casa de una amiga a hacer un trabajo escolar. Magda Yareli Rodríguez Martínez, de 16 años, salió de su casa en la colonia Valle de Aragón primera sección, en Nezahualcóyotl, estado de México, antes de las 8:30 de la mañana del pasado miércoles 20 de noviembre. Nunca llegó a su destino.
Juana Rodríguez, madre de Magda, siempre tuvo como norma hablar de todos los temas con sus hijos: amor, noviazgo, sexualidad. De esta forma se había ganado su confianza. Pero en días anteriores su hija había estado callada, retraída. Juana intuía que su hija adolescente guardaba algo. Por eso, la ausencia temprana le preocupó. Así que al no poder contactar a su hija, inmediatamente se presentó a la agencia del Ministerio Público localizado en La Bola, en Nezahualcóyotl. Fue atendida por un agente que se negó en un principio a levantar el acta, porque —alegó— Magda se había ido por propia voluntad.  “Vaya a buscarla con el novio”, agregó.
La señora Juana insistió en que le tomara la denuncia y se activara la Alerta Amber, ese mecanismo que, se supone, conforma un sistema de alerta temprana para que se difunda por diferentes medios —periódicos, televisión, otros— el rostro de un menor desaparecido.  
Al agente le tomó horas atenderla. Alegó que la tardanza se debía a que estaba activando la Alerta Amber. Después la canalizó con una agente de la policía ministerial. De nuevo, ésta trató de disuadirla de levantar el acta, ya que Magda “se había querido ir. Señora, siga buscando por su lado y si la encuentra nos avisa por favor”.
La señora Juana regresó a casa y sin esperar más, con su esposo y familia, salieron a buscar a Magda y a repartir volantes. Al día siguiente, Juana regresó a la agencia para pedir el número de carpeta de su hija. El mismo agente que los había atendido una día atrás les dio el dato y les aseguró que el caso había sido canalizado a la Fiscalía Especial contra la Trata de Personas, localizada en Texcoco. Así que ellos no tenían por qué regresar a La Bola. 
“Me preocupa que me vayan a sacar a mi hija del área metropolitana”, le suplicó Juana al agente. 
“No se preocupe”, reviró aquél. “La Alerta Amber ya está activada”. Pero Juana sabía que no era así. Una asociación se había puesto en contacto con ella y le informó que su hija no estaba en la lista de la Alerta Amber.
COMENZARON DE NUEVO
El 25 de noviembre, la señora Juana recibió una llamada desde la Fiscalía de Texcoco. Por fin había llegado la carpeta. Les dieron cita para el miércoles 27, una semana después de la desaparición de Magda. “Fuimos a la fiscalía y ahí nos enteramos que si bien tenían la carpeta, ninguna instancia había iniciado la investigación”. 
La licenciada Laura Jiménez, agente de la fiscalía especializada, comenzó a tomarle una nueva declaración. Le empezó a preguntar sobre la ropa que Magda llevaba el día de su desaparición. Extraña, Juana le explicó: “Señorita, ya declaré lo del pantalón la primera vez”. 
“Es que no viene todo aquí”, explicó la agente. Entonces, Juana supo que el primer MP que la atendió en La Bola, de quien nunca supo el nombre, había apuntado lo que quiso en la denuncia. 
La familia revisó qué había ocurrido con la Alerta Amber. Un conocido les había pasado el teléfono particular de un funcionario. Éste les explicó que hay un consejo que decide en qué casos se activa la alerta y en cuales no. Los trajeron de arriba para abajo una semana más. Hasta que 15 días después de la desaparición de Magda fue activada.
Actualmente, el caso se encuentra en la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas (Fevimtra) de la PGR.
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