Cuatro meses sin saber de Ana Karen

La roja 24/05/2016 05:00 Lydiette Carrión Actualizada 05:05
 

Durante  la Navidad pasada,  Ana Karen de Paz González, de 22 años y madre de tres hijas, denunció a su ex pareja  Iván  por violencia intrafamiliar. Un mes después, en enero de este año, la joven desapareció.

El 19 de enero pasado, Ana Karen de Paz González salió de su trabajo en un restaurante localizado cerca del metro Salto del Agua. Eran las 11:30 de la noche. Iba con rumbo a casa, en la colonia Xalpa, Iztapalapa. Debía tomar el Metro, transbordar y salir en la estación Constitución de 1917. De ahí debía tomar una pesera. Pero no llegó.

Su madre,  Venturina González, quien vive con ella y sus tres hijas —la más grande de seis años, la siguiente de cuatro y la más pequeña de un año 7 meses—, se percató por la mañana. Inmediatamente la llamó, pero su teléfono estaba muerto. Habló al trabajo y le dijeron que Karen había salido desde la noche. Entonces Venturina fue a la agencia del Ministerio Público de la novena, en Santa Martha, para interponer una denuncia por la desaparición. Pero Venturina dio un antecedente: la Navidad pasada, Karen interpuso una denuncia por violencia familiar contra quien fuera su pareja, un joven de nombre Iván. Éste la había golpeado y había amenazado con desaparecerla junto con sus tres hijas.

Los agentes del Ministerio Público entonces pidieron a Venturina que se dirigiera directamente a las oficinas del CAVI de la Procuraduría capitalina,  en el edificio conocido como “búnker”, en la colonia Doctores.

Venturina así lo hizo. Fue con rumbo al “búnker”, pero una vez ahí la “canalizaron” a las oficinas de CAPEA. Pero en CAPEA tampoco quisieron atenderla y la mandaron de nueva cuenta al CAVI. “Me anduvieron de acá para allá”, explica Venturina. Por dos días. Sólo hasta el tercer  día logró levantar la denuncia por desaparición de su hija en CAPEA. El problema es que esos dos o tres días abonaron para que se perdieran los videos de las cámaras del Metro (aquellos que podrían haber dado cuenta del paradero de Karen). Para cuando los mandaron pedir, habían pasado ya nueve días, y éstos sólo se conservan durante una semana.

Lo mismo ha ocurrido con el rastreo telefónico del celular de Karen. Han pasado ya cuatro meses y no se ha realizado.

“Supuestamente yo ya fui para ver lo del teléfono, pero me ponen trabas, señorita. Me dicen que van a pedir permiso a no sé quién, y no sé cuándo… que les den una autorización para que les den los teléfonos”.

Incluso en el Whatsapp, registra que Karen no se ha conectado desde el 19 de enero pasado.

—¿Han llamado a declarar a su ex pareja?

—Él la siguió molestando. La amenazaba y eso. Y ahora resulta que esta persona está extraviada.

Venturina supo que la noche en la que Karen fue vista por última vez, Iván había ido al restaurante a buscarla. Sin embargo, las autoridades “no han podido hacer nada, no han podido ni llamar a familiares de esta persona. No han hecho gran cosa”. A ello se suma que si bien Karen radicaba en la Ciudad de México , el domicilio de Iván se encuentra en Nezahualcóyotl, Estado de México. “Realmente necesitan una orden para entrar a Neza”.

Lo único que Venturina ha podido hacer es colocar volantes por su colonia y por la zona en la que se extravió Ana Karen de Paz González. Un metro 65 de estatura. Tez morena, labios gruesos. Ojos negros y grandes. Llevaba un pantalón azul marino de mezclilla, blusa blanca  y unos tenis marca Nike. Sus únicas señas particulares son una cicatriz de cesárea y un lunar en la espalda baja, del lado derecho.

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