Joselín desapareció en un tramo de 30 metros

17/03/2015 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 22:08
 

Ha pasado un año, un mes y dos semanas desde que Lucía Joselín, de entonces 17 años, desapareció. A la familia le tomó tres días reconstruir la ruta que hizo aquel día. Los pasos de la estudiante fueron captados por cámaras de seguridad, testimonios de testigos, listas de asistencia y llamadas telefónicas. Sólo hay 30 metros en los que no hay registro alguno. En ese tramo desapareció. Su caso está vinculado, al menos, con otros dos en el área de Tecámac, Ecatepec y Santa María Chiconautla.El 5 de febrero de 2013, Joselín despertó en su recámara, amplia e iluminada, la única del tercer piso. La recámara de una princesa. Durante las vacaciones se había dedicado a decorar la pieza. La pintó en colores sobrios y cálidos, un tanto inusuales para una adolescente: verde claro abajo y café cobrizo arriba. Colores divididos por una cenefa con flores otoñales, que no terminó de colocar en todas las paredes.

La muchacha salió de casa en Las Brisas, Ecatepec, estado de México, a las 7:20 de la mañana, tomó el transporte público y se dirigió a su escuela en la colonia San Cristóbal; terminó sus clases a las 2:30 de la tarde y se trasladó, como todas las semanas, a hacer su servicio social en las oficinas del Metro, a un costado de Salto del Agua, en el DF.

Firmó su hora de salida a las 5 de la tarde. Entró a la estación Salto del Agua. Abordó de nueva cuenta el subterráneo. Llegó a la estación Azteca a las 6:04 de la tarde; las cámaras de seguridad captaron su paso por los torniquetes a esa hora.

Entonces abordó el Mexibús. Se bajó en Las Torres y pasó los torniquetes a las 7:09 de la noche, rumbo a su casa, cuando ya estaba oscuro. De nuevo, las cámaras dan cuenta.

Pasó frente a una base de bicitaxis en la bocacalle de la Aurelio Rivero. Uno de los choferes le ofreció el servicio. La muchacha respondió ahorita no y se internó en la Aurelio Rivero. De ahí debía haber doblado en la Independencia. Eran unos 250 metros más para llegar a casa. Pero todo indica que jamás llegó a Independencia.

Una casa particular tiene cámaras de vigilancia. Se encuentra a menos de 100 metros del sitio de bicitaxis. Poco tiempo después de haber desaparecido Joselín, la madre solicitó acceso a los registros. En días anteriores la cámara capta a la muchacha caminando de la mano de su novio. Pero los videos del 5 de febrero de 2013 no lo hacen.

Lo único que hay entre esa casa y el sitio de bicitaxis es una cuchilla que sale de nueva cuenta a la carretera. Gabriela Sánchez, la madre de Joselín, cree que por esa calle se la llevaron.

Actualmente se sabe que el celular de Joselín fue usado para enviar mensajes a las familias de al menos otras dos jovencitas desaparecidas en el área: Yenifer Velázquez Navarro y Bianca Edith Barrón Cedillo.

Yenifer, que entonces tenía 16 años, salió de casa con rumbo a su iglesia en Ojo de Agua, Tecámac, el martes 4 de diciembre de 2012; eran las 5 de la tarde y llevaba una biblia bajo el brazo.

Bianca Edith, de 14 años, salió de su casa en los Héroes Tecámac, estado de México, el 8 de mayo de 2012. No regresó. La buscaron por más de un año; la familia recibía mensajes de texto que aseguraban ser de Edith, que estaba embarazada y no regresaría.

En realidad, la niña había sido asesinada la misma noche que desapareció; su cuerpo fue hallado a 20 minutos de su casa, pero fue enviado a la fosa común. Su familia por fin la halló hasta abril de 2013. Hay varios detenidos por el crimen de Bianca, entre ellos un militar.

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