Cesiah ya no volvió de la escuela

12/01/2016 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 13:04
 

El pasado  8 de enero, Cesiah Fernanda, de 12 años, se levantó como cualquier día muy temprano, antes de las cinco, ya que debía abordar el autobús escolar a las 5:40 de la mañana. Llevaba el uniforme de deportes: pants azul marino con franjas blancas, playera blanca, sudadera con el escudo de la UNAM bordado al lado izquierdo. 

Quizá lo único inusual es que dejó su celular cargando pila en casa y no se lo llevó. Pero fuera de eso no se llevó nada más: ni ropa ni dinero. Era otro día en la escuela.

Su mamá la alcanzó a ver subir al autobús. Se quedó tranquila. El mismo transporte la traería de regreso por la tarde. Pero esto no ocurrió. Desde entonces toda la familia se ha dado a la tarea de buscarla. Esto es lo que saben hasta ahora, relata el padre de Cesiah Fernanda Aguilar Martínez, David Aguilar.

El autobús llegó a la escuela y dejó a los estudiantes a la entrada. Ahí permaneció Cesiah un rato con varias compañeritas. Pero en realidad las niñas no se conocían demasiado entre sí, ya que es su primer año en Iniciación Universitaria, la escuela secundaria de la preparatoria 2 de la UNAM. Sin embargo, como ocurre a esa edad, Cesiah ya había hecho mucha amistad con una de ellas. Ésta última derramó un jugo o refresco en el calzado y dijo que mejor ya se metía a la escuela para pasar a los sanitarios a limpiar sus zapatos.

—Ahorita te alcanzo, respondió Cesiah. Pero no fue así.

Cesiah permaneció otro rato a la entrada y luego ingresó al plantel —de ello hay testigos—, pero no entró a clases.  

En cambio, pasó el tiempo con amigas de otros salones. Al filo del mediodía fue vista por última vez. Dicen que Cesiah se estaba peinando el cabello y dijo que había quedado de verse con “alguien”. Pero no dijo con quién.

No se sabe a ciencia cierta cómo es que Cesiah salió del plantel. A nivel secundaria los estudiantes no pueden entrar y salir de la escuela, no hay puertas abiertas. Pero los padres de la niña tienen una hipótesis.

A mediodía, Cesiah debía asistir a la clase de educación física. Para ello, los niños de secundaria deben trasladarse, mediante un corredor o pasillo, a las instalaciones de la preparatoria. Para ingresar deben mostrar su credencial de estudiantes, pero no al momento de salir. La familia cree que la niña aprovechó esta pequeña falla del sistema para dejar la escuela antes de tiempo, ya que después del mediodía nadie la volvió a ver.

no hay videos. Ese mismo viernes la familia interpuso una denuncia en CAPEA, lo que permitió que se activara la Alerta Amber este fin de semana. Si bien Cesiah desapareció en una zona escolar, el C4, el sistema de cámaras de seguridad de la Ciudad de México, no tiene una vigilancia directa de la entrada y salida de los planteles. Sólo una cámara apunta hacia el cruce entre la calle Tezontle y avenida Churubusco; sin embargo, está muy lejos, por lo que la revisión de los videos no aportó nada al caso.

Del mismo modo, la revisión del celular de Cesiah y de sus redes sociales no han arrojado ninguna pista o indicio hasta ahora. Hasta el día de hoy la niña no se ha comunicado por ningún medio con su familia.

El padre envía dos mensajes, uno a la ciudadanía y el otro a su hija: a los padres de familia les recomienda que vigilen las redes sociales de sus hijos, ya que se han vuelto peligrosos. 

A Cesiah le manda decir que “la estamos esperando, la desesperación que tenemos, que no tenga miedo de nada, lo único que queremos es que regrese con nosotros, que toda su familia, amistades y maestros la están buscando desesperadamente y ya queremos verla”.

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