Probablemente el profesor David Silva sería maestro de Derecho de Karen durante el quinto semestre de CCH. Sin embargo, la adolescente fue asesinada días antes de que iniciara el ciclo escolar.
La consternación que este feminicidio trajo a la comunidad del CCH Vallejo inspiró no sólo manifestaciones en el plantel, sino también que el semestre, en el que se hablaría de género en el Derecho, se convirtiera en un homenaje para Karen y su hermanito.
Como la prensa informó en su momento, la noche entre el 4 y 5 de agosto de 2016 alguien se metió a la casa de Karen, en Ecatepec, Estado de México, mientras su mamá estaba afuera, trabajando. El intruso asfixió a su hermano, Erick, y violentó y mató a Karen.
Karen Alvarado Mosso quería estudiar Derecho. Tenía grandes planes: llegar hasta el doctorado, viajar. Quizá se contagió de la idea de estudiar Derecho por su amiga Ari, a quien conoció en el primer semestre del CCH Vallejo. Ari le platicaba lo que hacían sus papás y cómo los admiraba. Poco a poco, las dos amigas se entusiasmaron con la idea de seguir estudiando juntas después de terminar el CCH. Y se trazaban planes, proyectos: terminar el CCH en tres años (no repetir ni reprobar), estudiar en la Facultad, hacer un posgrado, viajar, estudiar idiomas; la primera que encontrara trabajo, que jalara a la otra… Karen quería todo eso. Pero por mientras trabajaba como cerillita en un supermercado para aportar un dinero a la familia, conformada por su madre y su hermanito, cinco años más pequeño que ella.
Todos los que la conocían en el CCH la estimaban; ella era querida por los chicos de sus salones. Era una jovencita detallista, siempre llevaba algún regalo para todos en Navidad, en las fechas especiales. Pero después del feminicidio, el ambiente al interior del CCH Vallejo se ensombreció. Su mejor amiga, quien también vivía en Ecatepec, comenzó a sentir miedo de salir a la calle. “El que le hizo esto a Karen la conocía”, explicó. Dejó de usar vestidos, o shorts. Y lo mismo ocurrió con el resto de sus amigas. Las adolescentes empezaron a sentirse vulnerables. Karen era una “niña buena”: se dedicaba a la escuela, trabajo, familia. ¿Cómo, por qué le ocurrió esto?
David Silva ya planeaba desde antes dedicar el semestre que imparte, a la equidad de género. Un poco antes había viajado a Argentina a estudiar el tema. No es un experto en género, pero sí en Derecho, y sabía que en esa disciplina son pocos los que incorporan la equidad, al menos a nivel escolar. Y cuando ocurrió lo de Karen, con más ahínco decidió llevar a cabo su proyecto.
Así lo explica, mientras, en el salón de profesores del CCH Vallejo, muestra la caja que contiene los trabajos finales del quinto semestre: “La reflexión de lo femenino en el Derecho”, “Feminismo y Patriarcado”, “Derecho y feminismo”, “Feminicidio”. Algunos de los trabajos finales fueron explícitamente dedicados a Karen.
Para el profesor, si bien las marchas y manifestaciones son válidas, ésta fue su forma de manifestarse en contra del feminicidio de Karen, de prevenir más violencia contra las mujeres. Además lanzó un grupo en la red social Facebook: “Justicia para Karen”, con el fin de mantener viva la demanda de que el feminicidio de Karen y el asesinato de su hermanito Erick no queden impunes.
La escuela también tiene mantas que recuerdan a Karen, que repudian el feminicidio, y que llaman a cambiar estas cosas.
Mientras tanto las amigas de Karen han pasado ya a sexto semestre. Algunas intentan sacudirse el miedo, volver a usar un vestido o falda. Volver a confiar en los demás. El caso de Karen continúa impune.
