El sexo anal me da pavor

30/11/2015 03:00 Actualizada 11:42
 

Sorprendí a mi hermana con su amiga. Ella me pidió que no le dijera a nadie su secreto,  dice que es muy diferente el sexo con una mujer que con un hombre. Que no es ‘poner el cuerno’, que ella se está conociendo para poder hacerlo mejor y cuando yo le hago mis preguntas me sale con que no sabe bien cómo explicarlo. ¿De verdad es tan diferente?

          DINO, el  TRAVIESINO

 Los apapachos y los besos femeninos son mucho más delicados que los de un hombre. La emoción, junto con la sorpresa de conocer las caricias femeninas, es para muchas mujeres sumamente excitante. El amor homosexual tiene la ventaja de permitir conocer tu cuerpo en el de tu pareja y es una realidad que esa experiencia  puede ayudarte a ser una mejor amante.   Entre mujeres, la amistad y el amor se mezclan con facilidad... comienzan  pareciéndose, a compartir ropas, perfumes y accesorios. Nada se puede generalizar, porque cada pareja es distinta y quizás a tu hermana una relación de mujer a mujer le llena un vacío distinto al que le llenan los hombres. Llamarlo ‘cuerno’ depende de los acuerdos de cada pareja.

Estoy enamorada de mi ginecólogo. Es guapísimo. Él ha sido siempre profesional, incluso cuando le cuento de mis orgasmos y mis fantasías, yo veo que se pone colorado. Puedo ver cómo se queda nervioso, sin saber cómo reaccionar. Luego, cuando me revisa, yo comienzo a gemir y le digo que me gusta mucho. Averigüé con su secretaria que es soltero, yo no sólo lo que quiero para un acostón. ¿Qué debo de hacer?

         Iris, la ENFERMITA DE AMOR 

Deja de verlo como médico y abórdalo fuera del consultorio. No te le avientes, dile que lo quieres conocer en otro plan. Si él es profesional y le gustas, te lo va a agradecer y te va a referir a un colega para andar contigo. Lo que es una realidad es que lo estás poniendo en una situación difícil y delicada.  Los ginecólogos se ganan la confianza de sus pacientes y no debes sentirte incómoda si no eres correspondida. No te confundas si él pone una barrera entre ustedes.

Me gusta ver por la ventana a mis vecinos cuando lo hacen. Puedo pasarme horas espiándolos, aunque no tengan sexo. Además de ser muy atractivos, son ocurrentes, ella es bailarina y practica mucho frente al espejo ¿soy un enfermo mental?

         SANTIAGO, el OBSERVADOR

El voyerismo no es enfermedad. Lo que tú puedas ver desde tu ventana es una cosa, si te cachan espiando te puedes meter en problemas legales.  Excitarte viendo a tus vecinos no es enfermedad. Muchos quisieran tener esa ventana de oportunidad, espiar a sus vecinos en lugar de encender el televisor y meterse a una vida que no es la suya para olvidarte un rato del mundo. Imagino que las escenas que ves te inspiran a tener sueños húmedos y fantasías, a ser un mejor amante o a soñar despierto por horas; no dejes que ese alboroto sustituya tu vida sexual, no te conformes espiando; prueba qué sientes al imaginar que te observan ellos a ti.

El sexo anal me da pavor. A veces creo que es de las cosas más enfermas que existen en el sexo, mis amigas me dicen que no tiene nada de malo hacerlo por detrás, pero la vez que lo intenté, de plano me desmayé, perdí el conocimiento por el dolor. ¿Debo seguir intentándolo?

          REYNA, la MIEDOSILLA

Si te gusta el sexo no dudes en intentar cosas diferentes. Quizás el miembro de tu pareja es demasiado ancho para tu anatomía; trata de intentarlo con otras partes más delgadas del cuerpo como los dedos o con vibradores chiquitos y no olvides utilizar un buen lubricante. Trata de no ponerte tensa y de probar posiciones diferentes. Si te desmayaste, es que él no lo hizo bien y te la dejó ir completa.  Intenta hacérselo tú a tu pareja, a los hombres les gusta también que les estimulen la colita, corta al ras tus uñas para no lastimarlo; al sentir cómo le metes algo, se dará cuenta que debe ser delicado. El ano es igual en hombres que en mujeres. El chiste es intentarlo con calma y cuidado, jugar a la hora de amar y perderle el miedo al placer.

 Me gusta decirle palabras feas y groseras al güey con el que me acuesto. Es una forma de excitarme y las palabras que salen de mi boca no son para ofender. Digo cosas que tienen una connotación negativa fuera de contexto, pero en el acto me salen de manera tan natural que si me obligo a no decirlas, no lo gozo. Todos mis novios lo han soportado y hasta se ríen conmigo, menos mi novio actual, él dice que se saca de onda y se molesta conmigo. ¿Debe cambiar él o  debo cambiar yo?

         MARCELA, la GUARRONA  

Imagino que eres tan mal hablada en el sexo como en la cocina, en el mercado y en el café. No trates de cambiar ni por tu novio actual ni por nadie. Eso de que te quieran cambiar a la larga no funciona. No sé qué es lo que te hace sacar esa parte guarrona, pero quien te ame de verdad lo va a entender y no lo va a tomar a mal. Sería un ejercicio interesante grabarte y escuchar lo que dices tú solita, para ver si te gustas, igual te llevas una gran sorpresa.

Mi pareja quiere tener un trío con una amiga mía. Me lo dijo pedo el fin de semana en una fiesta y cuando, al día siguiente,  se lo pregunté aceptó su deseo. A mí también se me antoja, pero  me saca de onda que él tenga fantasías con mi amiga; él me dice que la confianza es lo más importante entre nosotros dos y que no se va a atrever a tocarla a mis espaldas. 

      PAMELA, la de los TRíOS 

 Felicidades. No todas las relaciones tienen la confianza de contarse sus fantasías. Ese es, sin duda, el primer paso para tener una relación sana y larga. Si te enojas con él, vas a retroceder lo que has logrado. No todas las fantasías  se tienen que hacer realidad para gozarlas. Te recomiendo que juegues con la idea de un trío con alguien que no sea tu amiga, que al oído le platiques cómo te imaginas esa noche y que no pases a la acción hasta que te sientas segura. Es normal que los chavos se sientan atraídos por las amigas de sus novias, no es el único.

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