Vivir para contarlo… ¡en equipo!

25/08/2014 23:10 Elizabeth Palacios Actualizada 23:17
 

Cada año, siempre el mismo día, Mónica camina hacia su viejo armario y saca eso que le recuerda quién es y por qué cada día vale la pena. Hoy esas visitas al armario y esa fuerza que se recarga en cada aniversario, son parte del pilar que para muchas otras personas se ha convertido en una ventana de esperanza.

Fue un 17 de diciembre de 1997 que Mónica Pérez fue diagnosticada con leucemia, un tipo de cáncer que afecta la sangre. En su armario se encuentra un empolvado expediente clínico que le recuerda que la vida decidió darle una segunda oportunidad y que también puede dársela a otras personas con esta enfermedad.

La casualidad y las redes sociales fueron lo que unió a quienes a través de Twitter compartían de manera casual sus experiencias, tras haber sobrevivido al cáncer, con aquellas personas que recién habían sido diagnosticadas o con sus familiares. Se dieron cuenta de que para superar la adversidad no basta con la información médica, hace falta saber que alguien más estuvo en esos zapatos y vive para contarlo.

Cuando Mónica y otros sobrevivientes de cáncer se dieron cuenta de que ya eran varios los que interactuaban en Twitter, supieron que era momento de abrirlo a más gente y nació un grupo en Facebook  llamado Survivor Cancer Team (equipo de sobrevivientes de cáncer). Hoy, casi 500 personas siguen y comparten información o palabras de aliento en este grupo.

La necesidad de información y de espacios para hablar con libertad de lo que realmente significa vivir la lucha contra el cáncer, ha hecho que el proyecto crezca y hoy también existe un blog donde cada sobreviviente que así lo desee puede compartir su historia.

Y es que hay cosas que, probablemente, mucha gente que no ha vivido la enfermedad no podría entender. Una de ellas es, por ejemplo, la que más cuestionan a Mónica: ¿Por qué volver cada año y revisar ese expediente clínico? ¿por qué conmemorar el aniversario de una noticia tan mala? Pues porque, con el paso del tiempo, Mónica afirma que no puede odiar al cáncer pues le permitió ser una nueva, y quizá mucho mejor, persona.

CADENA DE SOLIDARIDAD

Para Mónica, igual que para muchos de los que comparten sus batallas ganadas, resulta muy importante que la gente sepa que la palabra cáncer no siempre es sinónimo de muerte. Quieren ayudar a quienes por miedo o desconocimiento pueden perder tiempo muy valioso en su diagnóstico o tratamiento.

Mónica vive en Morelia, Michoacán, y su tratamiento lo llevó a cabo en Guadalajara. Allí conoció las cadenas de solidaridad que en los hospitales hacen sobrevivientes y familiares que aún recorren los pasillos de los principales hospitales donde se brinda tratamiento para el cáncer. Ahí supo que saberse acompañado en esos momentos es crucial para tener la energía necesaria para enfrentar la enfermedad y vencerla.

La sensación de que el cáncer pueda volver, siempre acompañará a Mónica. Por eso es que aconseja a la gente que aprenda a escuchar los mensajes que su cuerpo le manda. Cada vez que siente algo diferente, tiene miedo, pero también sabe que hay que ir de inmediato al chequeo y verificar que todo esté bien. Por fortuna así ha sido durante los últimos 16 años, y tanto Mónica como toda la gente que ha sido tocada por su historia en Survivor Cancer Team, ojalá sigan dando aliento a otros por muchos años, hasta que el cáncer deje de ser un monstruo al que se le teme, para ser sólo una enfermedad más de la que hay que sobreponerse para continuar con la vida. [email protected]

 

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