FUERA MÁSCARAS: “Se niegan a rendirse”

21/01/2016 07:00 Actualizada 13:20

 

El paso del tiempo es implacable. Merma facultades, velocidad y reflejos en las personas y aunque con los luchadores suele ser implacable, hay algunos héroes de carne y hueso que no sucumben ante su castigo y siguen regando calidad sobre los enlonados profesionales.
 
Medio siglo de azotarse en los cuadriláteros de todo el mundo han hecho del legendario Mil Máscaras un personaje irrepetible y mágico, que aparece públicamente cada vez con menos frecuencia, pero que la simple tonada de “Sky High” en una arena lo trae del pasado para volver a pisar un ring.
 
Se trata de uno de los grandes orgullos de El Diablo Velasco, quien pulió sus hechuras antes de que debutara de manera estelar en las grandes arenas de México; Mr. Personalidad hizo del mundo su casa luchística y parece no tener fecha de caducidad en el pancracio.
 
“Mientras esté luchando, no hay posibilidad de que surja un sucesor. Mil Máscaras sólo hay uno y no sé hasta cuándo se termine mi carrera”, comenta el enmascarado.
 
EL PRÍNCIPE MAYA
 
De menor tiempo en los encordados, pero tal vez con más impacto en la lucha libre mexicana, Canek, quien rebasa las cuatro décadas de trabajo profesional, fue estrella en el Toreo, figura en la arena México y pieza vital en la lucha libre independiente hasta nuestros días.
 
Las lesiones, al igual que para la mayoría de los exponentes de su generación, han dejado duras huellas en su figura. Las rodillas las tiene destruidas pero su personalidad no se apaga. Todavía es capaz de levantar en lo más alto a sus rivales, y aunque ya no lo hace con mastodontes como Andre El Gigante o Hulk Hogan, pocos logran salvarse de su  Canek Press.
 
El Asesino, Don Corleone, Blue Blazer y Torre Infernal integran la cadena de víctimas extranjeras que mordieron el polvo ante El Príncipe Maya; verdugo también del dinamita Universo 2000, en la arena México de la colonia Doctores.
 
“La lucha libre no cambia, las bases son las mismas, pero sí hemos tenido que acoplarnos al ritmo actual. Siento que los jóvenes carecen de la preparación y por eso vuelan tanto, pero dudo mucho que alcancen el tiempo que logramos nosotros en la lucha libre, lo presuman ellos”, sentencia Canek.
 
Satisfecho, le emociona seguir en la mirada de los promotores y responde a la altura.
 
“Me da gusto que todavía tenga la oportunidad de que me hablen para trabajar y lo hago con gusto. Ya no salgo mucho en la televisión y mucha gente no me conoce o quizá por la historia sí, pero piensan que estoy
retirado y no, seguimos trabajando. Seguiré el tiempo que sea necesario. No creo durar mucho más porque sé que el tiempo no perdona. El día que empiece a ver que ya se me dificulta hacer mi trabajo, será la hora de decir adiós de los cuadriláteros”.
 
UN RAYO ETERNO
 
Hace unas semanas, el Rayo de Jalisco Jr. regresó a la arena México para festejar sus cuatro décadas como gladiador.
 
Quizá fue la nostalgia por sus grandes batallas con los hermanos Dinamita, pero la afición casi llenó la catedral del pancracio para aplaudirlo una vez más desde el viejo graderío.
MS1, El Egipcio, Súper Halcón, Cien Caras y Steele forman parte de su colección de capuchas en 40 años como enmascarado. Luce menos cansado que Canek, así que no debería extrañar que se acerque a los 50 años de idolatría y profesionalismo.
 
“Tengo cuatro operaciones en las rodillas. Son los estragos de la lucha libre, pero no me arrepiento de nada. Este deporte me lo dio todo, recibí un legado muy grande y he logrado un poco más que mi señor padre. Así deben ser las continuaciones de un personaje, no lo he defraudado”, presume el tapatío.
 
Acepta que dos veces ha estado a punto de irse de la lucha libre, a los 25 y 35 años, pero el amor por los costalazos no lo dejan irse.
 
“No puedo decir ahora cuándo me iré. Mientras tenga salud, seguiré. Soy una persona muy disciplinada, me hice con base en esfuerzo. Hoy es más fácil llegar porque los medios ponen más atención, la publicidad hace a los estrellas, pero son fugaces. El tamaño de las carreras no se puede comparar”.
 
ÍDOLOS SIN PRETEXTOS
 
El Hijo del Santo, Atlantis, Octagón, Máscara Sagrada y Súper Muñeco integran un grupo con menos años en las carteleras de paga, pero su peso y calidad son incuestionables.
 
Alcanzaron fama e idolatría en los 80 y 90; en nuestros días, con diferentes niveles y constancia se mantienen en la memoria de los aficionados.
 
El heredero de la Leyenda de Plata está semirretirado; de hecho, alista su campaña del adiós para darle paso al continuador del personaje, casi a 35 años de su debut.
 
Atlantis es el más triunfador y actual de todos. Apenas hace unos meses despidió a La Sombra de México, dejándolo sin máscara y hablar  de su retiro es demasiado prematuro.
 
Con un año menos en la lucha, 32, Octagón no luce tan fuerte como su ex colega de aventuras; inclusive, Fuerza Guerrera, su rival clásico, se mantiene en mejor forma.
 
Máscara Sagrada y Súper Muñeco son dos casos aparte. Ídolos de los pequeños cuyas máscaras y click con el público no se han perdido. El Muñeco es, además, uno de los luchadores más ganadores en combates de apuesta: su tapa es invencible.
 
PURO MAESTRO
 
Alejados en muchos aspectos de todos los anteriores, hay representantes de la escuela antigua que defienden esa bandera sin bajar los brazos en el enlonado.
 
Blue Panther, Solar, Negro Navarro, Pirata Morgan y Black Terry son sólo algunos de ellos, a quienes la independencia los ha acogido más por desdén de las grandes empresas que han cambiado su política de trabajo, que por convicción. Pero no hay duda que sus nombres son garantía de respeto y buena lucha.
Google News - Elgrafico

Comentarios