Le encanta viajar, trabajar con la gente, desayuna nopales y ama el chocolate. Se declara fan absoluta del café y pésima para las manualidades. Así se define Sofía, quien justo por considerar que sus manos no tienen la destreza para crear piezas artesanales, admira y valora mucho el trabajo de los artesanos mexicanos.
La pasión que encontró Sofía Cruz del Río Castellanos a partir de esta admiración, hoy se ha transformado en su trabajo y en uno de los proyectos emprendedores que este año participan en la incubadora de negocios Irrazonable 2015, una aceleradora que apoya proyectos de empresas sociales para México.
A Sofía le parece muy triste que los mexicanos sepamos tan poco de nuestras raíces y nuestra historia, que no todos sepamos valorar el conocimiento que se puede adquirir al hablar con un artesano mexicano.
Si hay algo que Sofía no soporta es la lástima, mucho menos el regateo. Está consciente de que la desigualdad es el principal problema de México. Existen dos Méxicos y pocas veces se miran a los ojos. Por ello es que esta joven decidió invertir los conocimientos adquiridos en su formación universitaria y sumarlos al conocimiento empírico y ancestral de los artesanos de nuestro país y con ello, emprender un negocio que por un lado, fuera una opción de ingreso constante para estas personas que hacen maravillas con sus manos y, por otro, pusiera en alto la imagen de nuestro país a través de la belleza de sus artesanías.
Sofía dice que Mexickatekatl es un proyecto hecho con el corazón que integra todo lo que le gusta de México, pero que también pretende cambiar aunque sea un poco lo que no le gusta de este país que la ha visto crecer. Ella quiere ser parte de la solución y no de los que se quejan y son parte del problema.
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