BOLA DE CAPRICHOSOS
No cabe duda que entre más alejado estás de tu país, más lo atesoras, más lo extrañas y, sobre todo, más lo valoras sobre todas las cosas.
Hace unos días tuve la oportunidad de realizar un viaje de trabajo a los Emiratos Árabes, a unos cuantos miles de kilómetros de esta chilanga ciudad. Para ser exactos y para que se den una idea, primero tuve que tomar un vuelo de 4 horas a la ciudad de Atlanta, en Estados Unidos, y de ahí uno más directo a Dubái con una duración de 17 horas.
El motivo de esta travesía era encontrarme cara a cara con algunos de los protagonistas de la película ‘Rápidos y Furiosos 7’, misma que se filmó tanto en Dubái como en Abu Dhabi, dos ciudades por demás espectaculares, fascinantes y construidas con un mismo fin: demostrar la grandeza y el poderío que existen en aquellos lugares lejanos y desérticos.
Ambos ‘oasis’ no son más que el capricho de algunas de las personas más poderosas del mundo que justamente habitan esas tierras. Digamos que se juntaron, planearon hacer los edificios más altos, en un lugar con tecnología de punta, que pareciera sacada de una película de ciencia ficción y ¿saben algo? lo consiguieron. Estar parado en Dubái o bien en Abu Dhabi, es estar dentro de una de las escenas de cualquier película futurista, pero ahí todo es real.
Nunca había conocido lugares hechos con el único fin de opacar a otras grandes metrópolis como Nueva York, Shangai, Londres, Munich, Beijing, Sydney o bien, Toronto. ¿Por qué digo esto? Porque a pesar de ser extraordinarias urbes la de los Emiratos Árabes, no deja de ser absurdo y a veces estúpido que hayan construído semejantes rascacielos y extraído agua del mar para desalinizar y poder abastecer a varios millones de habitantes que tienen ya por aquellos lugares.
Siempre pensé que los amigos que viajaban a estos lugares exageraban en sus relatos y en sus experiencias, pero no, créanme que hasta se quedaron cortos. Nunca en mi vida había estado en lugares tan opulentos, ostentosos. Yo imaginaba que las caricaturas como el capítulo de ‘Don Gato y el Marajá’ eran una exageración y cual va siendo mi sorpresa que en realidad así es como viven. Y no es para menos, el porcentaje de petróleo más grande que existe hoy por hoy en el mundo se encuentra justo en dichas tierras.
Visitar hoteles con barandales de oro, techos de oro, puertas de oro, paredes de piedras preciosas es a veces absurdo, pero a la vez es espectacular. En ocasiones parece disfuncional y para ser sinceros, lo es, solamente que ellos tienen dicho poder y lo demuestran de una u otra forma. Tanto Dubái como Abu Dhabi son ciudades que sólo puedes visitar en coche y pasar de hotel en hotel o bien, de centro comercial en centro comercial, por aquello de los aires acondicionados. Me tocó ir en pleno verano para ellos, es decir, unos 50 grados centígrados con sensación de 60-70 grados en el exterior. Un infierno caminar por sus calles, es por eso que nunca encuentras a nadie caminando.
La grandeza de estas metrópolis opacaron realmente a lo que íbamos, pero a final de cuentas, tuve la oportunidad de platicar y convivir con parte del elenco de ‘Rápidos y Furiosos’ que están por realizar el lanzamiento mundial de la película en su versión Blu Ray; Nos mostraron los coches deportivos y fuimos a varios puntos donde filmaron algunas de las escenas y, sin duda, cada lugar fue impactante y difícil de olvidar.
A pesar de haber estado en lugares que jamás imaginé visitar, me queda claro que por más bonitos y ostentosos, yo me quedo con mi olor y sabor garnachero porque si algo tenemos los mexicanos es que no necesitamos tanta grandeza ni oro ni petróleo para demostrar que lo grande lo llevamos en la educación, en nuestra forma de ser y en lo guapachosos que somos porque eso, eso es más grande que cualquier barandal, puerta o techo de oro.
5, 4, 3, 2... ¡CLARKETAZO!
