El odio de Trump no puede frenar la máquina de hacer dinero

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 14/07/2019 23:52 Gerardo Velázquez de León Actualizada 11:24

Supercopa, Campeón de Campeones, dos partidos que tanto quitan y poco dan. Cruz Azul presume su título porque lo reconocen como oficial en la Federación Mexicana de Futbol al incluir estos partidos en el calendario oficial cuando en realidad es un descarado cierre de pretemporada.

No es ningún secreto que el mercado estadounidense es el único que puede llenar estadios con estos partidos intrascendentes. El estadio del Galaxy tuvo a dos de los equipos más populares del futbol mexicano y lo aprovecharon al máximo, eso sí, con un miedo inusual de la mayoría de los asistentes como nos lo retrató a la perfección Daniel Blumrosen en su crónica desde Carson, California. 

Las medidas extremas del presidente Donald Trump y la amenaza de hacer redadas para detener y deportar a quienes no están regularizados en su situación migratoria hace que los estadios en los que se presenten equipos mexicanos sean escenarios ideales para aplicar la cuestionada medida anunciada por el presidente Trump. Hoy, el futbol no es el mismo en Estados Unidos para mexicanos sin papeles, para los que quieren respirar y sentir algo de México durante dos horas.

Algo similar se vivió hace algunos años en Arizona, cuando el miedo a ir a los estadios era evidente gracias al Sheriff Joe Arpaio, un promotor de la durísima ley migratoriaArizona SB1070, también llamada “La Ley del Odio”, en la que incluso fue el creador de montar una improvisada prisión en pleno desierto y en la que se lograron detener a más de  mil 500 mexicanos sin papeles. Al final no pasaba nada y los mexicanos acudían a los estadios en todo el estado de Arizona, sí con cierto miedo, pero nunca hubo redadas ni algo por estilo.

El Dignity Health Stadium no es tan grande como los estadios en los que juega la Selección Mexicana, pero ayer se vendieron los más de 26 mil boletos que salieron en taquilla, demostrando que este mercado lo domina México; todo lo que huele a nuestro país es un imán de dinero. Entre la Copa Oro y sus múltiples sedes y estas dos copas sin importancia en Los Ángeles, en un mes el mexicano le ha dejado a organizadores más de 30 millones de dólares en entradas a los estadios. Nada mal. 

Este doble mercado le conviene a todos, a los de allá y a los de acá. Estos partidos en estadios de México estarían vacíos, sería un torneo muy triste y desencantado. Ayer en Los Ángeles fue totalmente al revés, con mucho colorido, pasión, incluso con violencia en las tribunas. Por eso el tener a sus figuras en el campo garantiza estas entradas, ahora les han pedido lo mismo a Xolos, América, Tigres y Cruz Azul en los partidos de este torneo binacional que arranca el 23 de julio. Es decir, acudir con lo mejor de sus planteles, porque no serán ni el Dynamo, Galaxy, Real Salt Lake y Chicago los que generen este tipo de interés. 

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