Una nueva plaza, una nueva Liga, un nuevo formato, un nuevo torneo juvenil y muchas dudas en el campeonato femenil. Cambios drásticos en la fisonomía del futbol mexicano, que está pronto a regresar. Son demasiados motivos para observar a detalle, aunque sea a puerta cerrada.

Ocho equipos para un repechaje a partido único, el estreno de Mazatlán, la Liga de Expansión, juntar el Sub-20 con el Sub-17 para hacer un torneo Sub-19, y la Femenil, que hasta hoy suma 70 bajas en los diferentes equipos; es decir, se necesita claridad para encontrar si el futbol de mujeres acabará o solamente es un impasse que pronto tendrá solución.

La Liga Femenil sigue afectada por el Covid-19. Los clubes han liberado a muchas futbolistas. Equipos económicamente poderosos tienen bajas: América (14), Tigres (nueve), Monterrey y Cruz Azul (cada uno con cuatro), Toluca (siete) y Atlético de San Luis, que rebajó 70% los salarios del primer equipo (10), por mencionar solamente a algunos.

De continuar el torneo femenil, seguramente algunas de ellas encontrarán equipo, ojalá así sea, porque lo que pocos conocen de esta Liga es que —operativamente— genera gastos similares a los de Primera División. Es decir, en medio de la crisis que se vive en el futbol, la Liga Femenil puede ser sacrificada o —bien— replantearse el proyecto y, por qué no, regionalizarla para evitar viajes largos. Por zonas geográficas y con una Liguilla sería la solución.

Claro que el futbol debe buscar modelos atractivos cuando regrese. El no tener la presencia de público en los estadios, que sea tan frío —como hemos visto en la Bundesliga—, hace que se planifique distinto el torneo. Se piensa en una repesca, en la que se involucren ocho equipos a eliminación directa en un partido; es decir, buscar el drama. No es mala idea, aunque esto lo que sigue haciendo es bajar la calidad del torneo regular, ya que al tener 18 equipos y que 10 busquen un lugar en la Liguilla, sin duda baja la competitividad.

No es mala idea. No será un experimento fallido en tiempos de coronavirus, donde el futbol ha cambiado. La Bundesliga mostró que es difícil engancharse en un partido solitario en las tribunas, con jugadores con cubrebocas en la banca y entrenadores que no entienden por qué los visitantes ganan más que los locales. Ahora veremos en España si este mismo factor se da, porque hasta el Real Madrid jugará en su campo de entrenamiento, olvidando el Santiago Bernabéu, para que siga su remodelación.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, será un personaje protagónico en este segundo semestre. A EL UNIVERSAL Deportes, aseguró que no habrá tolerancia con los equipos y deben regularizarse, así que historias de evasión de impuestos —como la de Juan Carlos Osorio, quien trasciende que no pagó lo que le corresponde al SAT, o la venta de camionetas Lamborghini de 7.4 millones de pesos, por parte de un futbolista como Enner Valencia— deben esclarecerse, porque el nuevo futbol también necesita transparencia y que equipos, jugadores, entrenadores, vayan por la derecha y no por ser parte de un medio tan popular, los dejen hacer lo que se les pegue la gana. 

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