El legado de Atlantis

Gabriel Cruz

OPINIÓN 30/10/2018 10:11 Gabriel Cruz Actualizada 18:11

El tema de las oportunidades que existen en las filas del Consejo Mundial de Lucha Libre ha sido recurrente en las últimas semanas, empezó con el reclamo público de Fuego, quien amagó con dejar la empresa debido a la falta de proyección.

Desde entonces, ha aparecido poco en las carteleras y más en actividades fuera del ring. En firmas de autógrafos y el sábado pasado en el desfile de Día de Muertos, por citar dos ejemplos.

Poco después se dio un caso opuesto en muchos sentidos al del enmascarado oaxaqueño, cuando se anunció el cambio de nombre con el que Stukita dejó a los Pequeños Estrellas para dar el salto al grupo principal del CMLL, ahora como Halcón Suriano Jr. Una verdadera oportunidad que podría cambiar positivamente la carrera del lagunero. La polémica “estalló” el pasado fin de semana cuando se dieron a conocer a los participantes de Fantasticamanía 2019, evento que realizan anualmente el CMLL y la New Japan en territorio nipón, con elementos de ambas empresas.

La lista de los elegidos para ir a Japón lucía normal. Desde algunas de las principales figuras hasta jóvenes que han tenido un impulso constante en los últimos meses y esta cita forma parte de su consolidación.

Sin embargo, la repetición de un nombre rompió los esquemas. Atlantis iniciaba y finalizaba el listado, con la diferencia que el último en el comunicado tenía además la leyenda de junior.

El joven que se ha estado fogueando desde hace tiempo en arenas de todo el país con otro personaje se estrenará como Atlantis Jr. en la Tierra del Sol Naciente sin haber pisado aún cuadriláteros de la que será su casa.

De inmediato, la opinión pública alrededor del pancracio azteca castigó la decisión, con argumentos distintos pero sobre un mismo eje: el “influyentismo” en la lucha libre mexicana, en especial, dentro del CMLL.

Lo cierto es que esta oportunidad la ganó Atlantis con más de tres décadas de entrega y fidelidad a su marca. Es un gran respaldo pero el éxito de esta apuesta no depende ni de él ni de la empresa, sólo del muchacho que ha escogido a los costalazos como parte de su vida para los próximos años.

¡Buenas luchas!

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