El fracaso evidencia carencias en el América

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 15/08/2019 00:00 Gerardo Velázquez de León Actualizada 07:50

El fracaso del América en el que se han empeñado en convertir en un torneo oficial, no es más que el reflejo de un plantel disminuido y que tiene que estar haciendo uso constante de sus futbolistas estelares, y que no existe un real recambio.

La Campeones Cup, que resultó ser un buen espectáculo, evidenció las carencias y la urgencia de encontrar por lo menos tres jugadores antes del cierre de registros internacionales, y así como todo el mundo voltea al América para llevarse a sus futbolistas, la directiva de Coapa debería enfocarse en entender que es urgente un defensa central, un mediocampista y un delantero, porque por lo menos ya trajeron a un portero confiable y estelar, como es Guillermo Ochoa.

Esta rivalidad entre la MLS y la Liga MX será cada vez mayor, sobre todo si existieran más equipos de la calidad del Atlanta United, del que  Frank de Boer puede presumir de su buen accionar, pero quien conozca a fondo esta Liga sabrá que este es un proyecto de Gerardo Martino, quien lo hizo estupendamente bien y sigue dando resultados.

El riesgo de una copa de cartón —que por cierto debería jugarse a ida y vuelta— que nada te da y todo te puede quitar. Así fue con el América, que además de las carencias en plantel, se demuestra que físicamente no están al cien por el ajetreo natural de un plantel limitado entre bajas por las compras de pánico en Europa, y por las lesiones o baja de juego, como los casos de Nicolás Benedetti y Andrés Ibargüen.

Por lo menos no se ostentará un título, insisto de cartón, que pudiera poner a Miguel Herrera como el entrenador más ganador en la historia del América, que si bien tiene un lugar especial en esta intitución y ha levantado al equipo protagonizando una historia exitosa, aún está lejos de José Antonio Roca, como el protagonista histórico del banquillo americanista.

Miguel tiene los mismos títulos que el más ganador, Raúl Cárdenas, pero él sabe que una copa de Supercampeones al estilo de caricatura japonesa no contabiliza igual que un título de Liga, por el que está enfocado para convertirse ahí sí, en el mejor y más ganador de la historia entre los técnicos de este club. 

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