El fracaso de Fernando Carrillo

Gil Barrera

OPINIÓN 11/03/2019 09:20 Gil Barrera Actualizada 19:22

La semana pasada el programa ‘Ventaneando’ destapó que Fernando Carrillo había sido demandado por no pagar la manutención del hijo que tuvo con Margiolis Ramos, por lo que al pisar territorio estadounidense podría ser arrestado por las autoridades. 

Su presencia lo convierte en un invitado atractivo para cualquier programa; por ello, el mismo día que ‘Ventaneando’ presentaría la versión del actor en vivo, el venezolano decidió también asistir al programa de ‘Primera Mano’ de Gustavo Adolfo Infante.

Gustavo encontró en la visita de Carrillo a su foro, la oportunidad perfecta para cuestionarle sobre este pleito de manutención y sobre un presunto vínculo con Irina Baeva, difundido por una revista nacional. Del primero, Carrillo se negó a hablar por tenerlo pactado con Pati Chapoy, mientras que en el escandalito de Irina, se asumió como víctima de un ‘hacker’ que usurpó la identidad de la rusa.

En ambos espacios, su discurso fue con lugares comunes y en el conflicto más delicado —que compete a su situación como papá— negó lo del arresto, aceptó haber tocado ‘leve’ a su ex, denostó a la mamá de su hijo y su defensa fue verborrea para el chisme y sin ir al fondo del tema. Al final, la única reflexión que dejó fue ¿qué credibilidad puede tener un GALÁN de novelas que habla mal de su ex y en cuyos juicios pone a las mujeres como un objeto? Al escuchar a Margiolis percibo que ella seguirá manejando su UBER y hará lo que sea para darle calidad de vida al hijo que tuvo con Carrillo, menor al que, por cierto, el galán “renunció” hace algunos años. 

 Fernando olvida que su carrera está muerta y que si ambos programas se animan a darle este espacio es porque su historia puede ser un referente para alguien que vive lo mismo; por eso, él debe asumir con responsabilidad lo que dice. 

Hay más de una veintena de actores que hacen sacrificios para crecer en este oficio; por ejemplo, la actriz Yam Acevedo: se rapó para hacer sólo un capítulo en una serie nueva en Televisa y Roberto Tello cambiará radicalmente su imagen para su monólogo. Ellos, como muchos más, se suman a los ejemplos que dieron Luz Ramos, quien subió 30 kilos para personificar a Jenni Rivera o los 18 kilos de más de Damayanti Quintanar para la serie de Selena y qué tal esos 14 que perdió Kuno Becker para una película; actores, que sí respetan este oficio. Frente a esta competencia ¿qué ha hecho Fernando Carrillo diferente a los chismes que cuenta? Por hoy es todo, nos leemos la próxima acá donde quizá hablemos de ti.

Comentarios