El fin de una era

Gabriel Cruz

OPINIÓN 09/07/2019 09:13 Gabriel Cruz Actualizada 09:15

Suena a cliché y lo es, pero vale la pena asegurar que la lucha libre mexicana tiene que ser vista con un antes y un después de "Paco" Alonso, el "culpable" de la sobrevivencia del pancracio azteca en planos importantes.

En una época en la que ser promotor va ligada al protagonismo, ahí está el legado que deja Alonso. Un tipo que evitaba las entrevistas y le daba su lugar a los luchadores, los verdaderos artífices del éxito.

Cuestionado por la "caída" del CMLL en cuestiones de popularidad. A favor, Alonso heredó un presente que superó la "traición" de sus luchadores para formar la Triple A, empresa que desde entonces, y en más de un momento, le ganó el liderazgo a los programas coliseínos.

Sin embargo, pese a las crisis que sufrió, Alonso fue capaz de mantener sus tres principales plazas (Ciudad de México, Guadalajara y Puebla) de pie.

Ese no fue su mayor éxito, al menos no el más vistoso. Ese honor tiene nombre y un equipo propios: se llama Místico y desde que fue creado cambió las reglas del juego. Místico fue el máximo logro promotoril de Alonso, y, pese al golpe de haber perdido a su portador en busca del sueño americano, Místico sobrevive y no desaparecerá pronto de sus carteleras.

Desde hace tiempo se afirmaba que Sofía Alonso, hija de Francisco Alonso, había tomado las riendas del CMLL, nada oficial se hizo público al respecto. Lo cierto ahora, es que la joven tiene en automático el gran compromiso de mantener el proyecto sólido y en constante evolución, a costa incluso, de la esencia que su padre le impregnó durante su mandato.

¡Buenas luchas!

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