Tal vez para llamar la atención y que los medios de comunicación voltearan a León, o simplemente sin medir las consecuencias, Ignacio Ambriz declaró —en una excelente entrevista realizada por David Faitelson— que Chivas ha perdido su grandeza. Nada más torpe y equivocado, porque por más que hayan vivido en los dos últimos años carentes de resultados positivos, eso no tiene maldita la cosa que ver para aseverar tal estupidez.

La grandeza en el futbol no tiene una receta para aplicarla en un equipo, tampoco tiene nada que ver con los últimos resultados; más bien, está en su historia, en su afición, en sus tradiciones. Nadie, ni el más recalcitrante enemigo al Guadalajara, puede afirmar que no es grande este equipo.

De entrada, es el que más aficionados tiene en el país y seguramente también en Estados Unidos. Posee 12 títulos oficiales de Liga y seis de Copa, siete de Campeón de campeones y dos de Concacaf, todos estos en la era moderna del futbol mexicano. Si tomamos en cuenta la historia amateur, Chivas presume 12 trofeos más. Solamente un ignorante puede asegurar que ha perdido grandeza.

Navegar en la mediocridad absoluta, lo que hoy le tiene en los últimos sitios de la tabla de cocientes, ha provocado que el Guadalajara pierda protagonismo, pero eso no tiene que ver con la grandeza. Aunque sea con innumerables derrotas, Chivas aparece en las portadas de periódicos y al inicio de los noticiarios o programas de debate. Eso muestra la grandeza de cualquier equipo.

Hay historias en el futbol que, pese a fracasos estrepitosos, no han dejado de marcar la grandeza de equipos. Pasó con el River Plate cuando se fue a la Segunda División. Seguramente, ningún entrenador de un equipo de media tabla de Argentina se atrevió a asegurar que perdió parte de su grandeza.
O bien, cuando la Juventus —por trampas— fue descendida a la Serie B del Calcio, absolutamente nadie pudo juzgar que había perdido su grandeza. O bien, el Liverpool, que lleva más de 19 años sin ser campeón de la Primera División de Inglaterra; es más, desde que se llama Liga Premier, no sabe lo que es levantar un trofeo de Liga.

¿Perdieron su grandeza? No, para nada. Y así podríamos seguir sumando equipos, ejemplos.

Porque lo declarado por Ambriz fue un grave error. Chivas continúa siendo grande, porque eso no se pierde con dos años de paupérrimos resultados.