Velan armas en el Museo de Antropología

"A los caídos, a los que aún luchan", con esa leyenda en la ofrenda dedicada a los caídos en el movimiento de 1968 arrancó una aventura de recuerdos y hazañas en el Museo Nacional de Antropología, que llenó de vitalidad a Sansón, el Rey del Inframundo, de cara a la batalla en la que Templario buscará alejarlo del trono.

La de este viernes, será una noche de sacrificio en la Arena México, así que ambos hicieron una parada previa antes del gran combate para poblar su mente con las leyendas que las culturas antiguas sembraron en el territorio por el que hoy se pasean como héroes enmascarados.

Alejados, en bandos distintos. El Templario se alió con los maestros Blue Panther y Negro Casas para tomar una ruta opuesta a la de su rival. Éste se apoyó en su sangre, representada por Máscara Año 2000 y por su escuela, la tapatía, comandada por Atlantis; además de la sapiencia del Hechicero.

Con la palabra como guía en su camino, conocieron la historia del doble hallazgo de Coatlicue, los andares del penacho de Moctezuma y la forma en que los mayas heredaron su historia, llena de enfrentamientos rituales; hasta sumergirse en el inframundo y descubrir la tumba del Rey Pakal.

Erguidos, volvieron a la superficie robustecidos, se miraron a lo lejos y pactaron una última tregua antes de enfrentarse en el ring, tal como lo hicieron Coyolxauhqui y Huitzilopochtli, invitados especiales a la fiesta por los difuntos en el coso luchístico, en un moderno enfrentamiento entre el Sol y la Luna.