Starman fue doblado por las lesiones y la depresión

La lucha libre le ha cobrado a Starman cada uno de los triunfos conseguidos sobre el cuadrilátero con saña. Pese a todo, no se arruga, y luego de un turbulento año en el que combatió a las lesiones y una creciente depresión, acaba de volver a los enlonados, donde al igual que sus colegas, solo podrá entrenar en las siguientes semanas, ante la suspensión de eventos en prevención por el coronavirus.

“Es triste pero lo importante es que estoy de vuelta en mi casa (la Arena México), aquí inicié mi carrera hace 24 años. Antes de distanciarme de los encordados gané la máscara del Hijo del Signo, pero poco tiempo después las lesiones me alcanzaron y por prescripción médica el descanso se hizo obligatorio”, compartió.

Batalla que llegó aliada a algunos problemas personales que tardó en asimilar, “fue un momento de reflexión y pensé que ya no habría un regreso a los cuadriláteros”.

Su familia, de alguna forma, los mantuvo de pie, “pero también mi amor propio, porque la lucha libre es mi vida, es mi pasión y siempre me he dedicado a ella, no podía permitir que las lesiones me alejaran, si no lo hicieron grandes rivales, no podía irme”.

Se alejó por completo, en un principio si veía funciones por televisión pero eso le pegaba más fuerte.