Van por todo entre el duelo de las Águilas contra Chivas

Pierrothito y el Dragoncito apuestan la camiseta previo al Clásico Nacional de futbol

Este sábado atestiguarán desde sus trincheras, el duelo más grande en el balompié mexicano

Pierrothito y el Dragoncito apuestan la camiseta previo al Clásico Nacional de futbol

Foto: Archivo El Gráfico

Deportes 19/09/2020 08:12 Gabriel Cruz Actualizada 14:57
 

La peor humillación en la lucha libre profesional es perder la máscara ante el acérrimo rival; enfundarse la playera del odiado enemigo, es la mayor afrenta para un aficionado al futbol.

A la añeja rivalidad que arrastran el Pierrothito y el Dragoncito, solo le falta un contrato en el que plasmen sus firmas para jugarse las incógnitas en la Arena México.

Mientras ese momento llega, abrazados a su pasión por el futbol. Este sábado atestiguarán desde sus trincheras, el duelo más grande en el balompié mexicano, el Clásico Nacional, América contra Chivas, y de por medio irá algo más que tres puntos.

Fiel a su estirpe americanista, el Pierrothito lanzó un reto aliado a su arrogancia de malandrín. “Supuestamente es muy chiva (el Dragoncito), a ver si acepta el reto de ponerse la playera del América si pierde su equipo, y viceversa. Ojalá no se raje,  como con las máscaras”.

Reto que el experimentado científico no dudó en aceptar. “Me parece bien, yo perdí alguna vez con un aficionado americanista y tuve que ponerme la playera del América; también me tocó que me pintaran el 'body paint' del Cruz Azul. Así que es buena idea y me voy a dar el gusto d verlo con los colores rojiblancos. Pero así como asumo el reto, ojalá que ya acepté y no tenga miedo al máscara contra máscara”.

Tan confiado anda el luchador tapatío, que se atrevió a dar un pronóstico. “No vamos a hablar de goleadas, pero mis chivitas van a ganar 2-1”.

 
 
 
 

Lo respalda un amor curtido al fragor de los años, viendo las hazañas del Rebaño. “Mi equipo sagrado, el mejor del mundo. “Siempre me llamó la atención la playera rayada con la que jugaban Jaime Pajarito, el ‘Snoopy’ Pérez y el ‘Zully’ Ledesma. Ahí nació mi amor por el Guadalajara. Ahora lo veo bien con Vucetich, han cambiado su forma de jugar, antes salían solo a cumplir. Me gusta mucho el juego de (Uriel) Antuna y el portero (Raúl) Gudiño”.

Nada que espante al rudo, que trae metido el color amarillo desde niño. “Como todos, quería ser futbolista y siempre fui americanista. Me sabía las estadísticas y los nombres de los jugadores. Iba hasta arriba en el estadio y casi cuando iba a acabar el partido, nos daban chance de bajar. Era una emoción ver a los jugadores de cerca. Lloraba cuando perdían y me emocionaba cuando llegaban jugadores nuevos. Sigo disfrutando los juegos pero de ‘chavillo’ dejaba de ir a ver a mi novia por el América”.

El equipo actual no lo atrapa por completo, tal vez sea que “ya no soy tan fanático”. Así que se queda con las figuras que lo hicieron vibrar en antaño. “Si he visto al equipo en esta campaña, siento que trae un buen equipo, pero ya no hay jugadores como el ‘Negro’ Santos, Alfredo Tena, Cristobal Ortega, el 'Ruso' Brailovsky o Zelada”.

PIQUE AÑEJO

De vuelta a lo suyo, que es sobre el enlonado. El malosito recuerda cómo nació el pique con el alumno del ‘Diablo’ Velasco.

“Desde que empecé como Pequeño Estrella hubo un roce, porque él ya había estado como Misteriosito cuando se dio la desbandada a Triple A. Entonces, cuando llegamos, él quería imponer su ley, marcar su territorio. Lo entendí pero después me di cuenta de que éramos iguales, así que empezamos una fuerte rivalidad. Luchando contra él, me he lastimado varias veces. Me zafó un codo, me metió la rodilla en una quebradora y me mandó a descansar como tres meses. Luego, el dedo pulgar también me lo quebró luchando en Acapulco. Así que si hay fuerte rencor deportivo”.
El técnico tiene su versión de cuándo empezó todo. “Me quitó el campeonato en la Arena Coliseo, y desde entonces mi duelo directo es con él. Es un duelo clásico y tenemos que llegar a esa lucha por las máscaras”.

Palabras que se han quedado en el aire, y según el rudo, no ha sido por su culpa. “Él empezó con que quería un triangular de máscaras junto al Pequeño Olímpico, pero cuando ya todo estaba adelantado, se escondió y ahora anda otra vez hablando. Es un luchador muy recio y fuerte. Pero sobretodo muy colmilludo, es como los futbolistas que te ponen el pie cuando no se da cuenta el árbitro. Pero como dice el refrán, ‘para cabrón, cabrón y medio’”

Amenaza que se le resbala al también maestro en la escuela del Consejo Mundial de Lucha Libre. “Siempre me echa la culpa, pero él ha corrido. Cuando nos hemos enfrentado tres o cuatro semanas seguidas, desaparece y se va a luchar a Estados Unidos, eso indica que nada más ‘calienta el gallinero’, y a la mera hora no le entra”.

 
 
 
 

Por lo pronto, junto al resto del elenco del CMLL, ya están de vuelta en los encordados y la posibilidad de la lucha grande revive.

“No ha sido fácil. Primero pasamos por una prueba de Covid, al otro día nos citaron a grabar, pero todo muy estricto.

Llegas, luchas y te vas. Es difícil porque se extraña mucho el grito y la emoción de la gente, fue como volver a debutar, los nervios estaban como nunca y además fue un mano a mano, a tres caídas y contra mi gran rival, el Dragoncito”, compartió el mini ‘Bocazas’.

Lo más importante es que ya regresaron al mundo que los apasiona, “aunque sea a puerta cerrada, se extraña mucho al público pero lo hacemos con profesionalismo. Hay que adaptarse al nuevo ritmo, la pandemia ha pegado duro, pero seguiremos insistiendo al Pierrothito para que acepte un duelo de máscara contra máscara. No ha más”, remató el Dragoncito.

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