ADIÓS CAMPEÓN

Moisés Muñoz cuelga los guantes

Moi jugó su último Súper Clásico con el América, que le rindió un homenaje en Los Ángeles

(Foto: Archivo El Gráfico)

Deportes 10/09/2018 10:34 Redacción Actualizada 10:34
 

Un gol del rojiblanco Isaac Brizuela y 33 minutos en la cancha del Memorial Coliseum bajaron el telón de la trayectoria deportiva del arquero Moisés Muñoz, quien se despidió defendiendo al América en el Clásico amistoso ante Chivas que terminó empatado 1-1. 

Moi se enfundó de nuevo en los colores azulcrema, se puso sus guantes de portero y salió a custodiar el arco del club de sus amores ante un estadio repleto de fans que corearon: “¡Oe, oe, oe, oe, Moisés, Moisés!”

Durante 27 minutos el guardameta sorteó sólo a la melancolía del último partido de su carrera, porque los rojiblancos no habían generado peligro en su meta. 

Hasta que Javier López mandó un preciso pase filtrado a Brizuela y éste definió ante la salida de Muñoz para el 0-1. 

Una anotación que hizo que los aficionados sintieran más dura la nostalgia, esa que les indica que lo mejor que podía suceder con Moisés ya sucedió: aquel cabezazo suyo que dio un título a las Águilas en el Clausura 2013. 

Con el gol de El Conejo, el arquero teminó su carrera y su homenaje. El técnico Miguel Herrera decidió sacarlo del terreno de juego al minuto 33 para ingresar a Agustín Marchesín. 

 Moi entregó el gafete de capitán a Oribe Peralta, aplaudió mirando a la tribuna, se dejó abrazar por algunos jugadores de Chivas y América y luego se retiró de la cancha para instalarse en la memoria del pueblo azulcrema como un recuerdo inolvidable. 

En el medio tiempo, Moisés Muñoz recibió un reconocimiento por parte de la institución americanista en el centro de la cancha. 

Tras el descanso, las Águilas consiguieron el empate por 1-1 con un derechazo de Guido Rodríguez desde fuera del área, al 51’. 

La tropa de Coapa pudo tomar ventaja en el marcador, pero el arquero Raúl Gudiño sacó un tiro de Joe Corona que llevaba etiqueta de gol. Y volvió a esfumar la alegría de los emplumados al atajar un disparo de Henry Martín.

El tiempo no alcanzó para más. Fue un adiós triste, sin victoria. El marcador quedó 1-1, pero Moisés y su cabezazo milagroso de hace cinco años ya están grabados en el corazón de los americanistas.

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