Ampayita olímpico
Jair Fernández representará al beisbol mexicano, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
Sabe que en un torneo corto hay más exigencia porque se está peleando medallas, pero a los 42 años se siente pleno y listo para cristalizar el deseo que había compartido con su padre
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Llegar a los Juegos Olímpicos era un sueño que Jair Fernández, ampayer de la Liga Mexicana de Beisbol acarició desde hace una década, cuando supo que el beisbol volvería a la máxima justa deportiva a nivel mundial. No lo puede ocultar, le encantaría cantar ‘strikes’ en la final del torneo, y sólo le cedería el lugar a la Selección Mexicana, en busca del oro.
Tras 17 campañas en el circuito de verano, el de Hermosillo solo piensa en disfrutar el momento. “Voy claro, a mi me gustaría cien por ciento llegar al juego final, pero si es México no tengo problema, acá lo que importa es el país y es algo histórico. Si llega a la final ya asegura una medalla y sería fabuloso, estaré muy satisfecho”.
Sabe que en un torneo corto hay más exigencia porque se está peleando medallas, pero a los 42 años se siente pleno y listo para cristalizar el deseo que había compartido con su padre.
Impartir justicia en el beisbol actual parece más sencillo, pero Jair confiesa que se trabaja mucho en la actualización de las reglas, no se puede perder detalle de eso. “De cuando empecé a ahora se trabaja mucho en la psicología del ampayer, es una preparación que antes no se ofrecía. Nos sentimos valorados y eso es lo que más nos satisface, al estar mucho tiempo lejos de casa, lo que quieres es que te traten bien, que valga la pena”.
En principio fue difícil refugiarse en el video, el ego y la inseguridad eran duros rivales. “Porque te ponen en evidencia, si te rebotan una jugada, te sientes un poco mal. Aunque si confirman la marcación es un halago. Te desnuda o te eleva, pero lo veo beneficioso porque con esto se hizo más justo el juego, ha evitado discusiones innecesarias, hay pocas expulsiones y problemas. Solo fue hacerse a la idea, cambiar el chip y saber que la tecnología llegó para ayudar y no para otra cosa”.
La actitud de hierro también tiende a desaparecer. “No puedes estar peleado con jugadores y managers, somos compañeros de trabajo y nos vamos a encontrar muchas veces durante los meses que dura la Liga. Eso sí, hay momentos que debes poner límites”.
