Federico Viñas se convirtió en el amuleto para ganar la final del América contra el Monterrey

En Uruguay sigue el asombro por Federico Viñas. Quién diría que un muchacho rescatado de un prematuro retiro, hace dos años, se convertiría en el amuleto para que el América llegara a la final. Arturo Fuerte, su entrenador en el Juventud de las Piedras, recordó cuando lo recibió sin condición física y golpeado por la vida. 

“Al verlo con América me da un sentimiento de felicidad, pudo desarrollar la profesión que más ama. Uno recuerda ese primer día, Federico llegó con toda la ilusión después de no jugar mucho tiempo. Físicamente no estaba bien, en tan poco tiempo se consolidó y fue un ejemplo para otros”, dijo el extimonel a EL UNIVERSAL Deportes. 

Inmerso en problemas económicos y al no ver futuro con el Liverpool uruguayo, Viñas dejó el futbol para ganarse la vida como repartidor de carne. 

Sobre la forma de ser del azulcrema de 21 años de edad, Fuerte lo describió como un jugador que “sigue en aprendizaje, siempre está dispuesto a progresar, le gusta escuchar a los más experimentados. Aunque ya poco puede influir en sus pasos, Arturo confía en que su expupilo será adquirido en compra definitiva por los de Coapa.