El fracaso de la Selección Mexicana Sub-20 se consumó tras perder su tercer partido

Se consumó el fracaso de la Selección Mexicana Sub-20. Con la derrota de 1-0 frente a Ecuador, el Tricolor juvenil quedó en eliminado del Mundial de la especialidad que se realiza en Polonia. 

Y además se convirtió en el peor representativo nacional en esta categoría al no ganar un solo punto.

¿Por qué sucedió esto? 

Para Raúl Gutiérrez, campeón del Mundo Sub-17 en 2011 y subcampeón mundial en 2013, esta selección dirigida por Diego Ramírez, “careció de la estructura histórica de este tipo de selecciones”, señaló en entrevista divulgada por ESPN.

Para el “Potro”, no hay mucho pretexto en el caso de que no se hayan prestado a los jugadores que el técnico deseaba. 

“Voy a explicar lo que se hacía antes. La coordinación de selecciones y el director técnico veían a ciertos jugadores y se les daba seguimiento. Hay un mapa, o había un mapa en las oficinas del CAR (Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol) en el que se hacía una lista con tres jugadores por posición y si no se le prestaba éste, pues con el que sigue y si no era así, con el que venía atrás, es verdad que es difiícil conseguir el apoyo que tienen otros equipos nacionales, pero al final de cuentas tienes que hacer tu mejor esfuerzo”.

Se negó a criticar el estilo de juego que mostró el equipo en el mundial polaco. “Es incómodo hablar de otro técnico. Uno mejor habla de la imagen que tiene el equipo, más que de las decisiones, porque al final quien eligió a los jugadores fue él. De repente no entendería por qué Jairo Torres (del Atlas) no estuvo en esta Selección y sí está en la de Toulon, pero reitero, son decisiones que el entrenador fue tomando y por eso creo que la responsabilidad tiene más que ver con las decisiones de cancha del técnico y de las convocatorias que él mismo hizo”.

FALTÓ POSESIÓN. Lo que sí dijo es que le extrañó mucho “la ausencia de preceptos que se manejaban en nuestros equipos nacionales hace algunos años, como lo es la posición de la pelota, la seguridad en la línea de atrás; al final, todos los jugadores seleccionados que había trabajado en un proceso largo sabían muy bien qué hacer en todo momentos. Se podía ser superado, pero siempre se mostraba una personalidad, un estilo de juego. No critico lo que se hizo ahora, sólo hablo de cómo nos manejábamos de la 17 a la 23 y todo eso de loque hablo, no lo vimos”.

Así que parece que la solución está en volver a la vieja escuela, por la cual se ganaron títulos del mundo, y no tratar de innovar.