Diosa Quetzal no se intimida por Lolita, con quien se medirá en el Merkado Hamburgo

Lejos de ser un golpe letal en la carrera de Diosa Quetzal, perder la máscara significó reinventarse para sobrevivir en el medio y ganarse el respeto como luchadora. Un camino que ha andado con paso firme y sin mirar a su detractores.

“Ha sido un año de avances, en el que me estoy consolidando como gladiadora y lista para todos los retos que vengan. Perder la máscara me hizo madurar y me ayudó a tener un mejor contacto con la gente. Fue algo que supe aprovechar y me dio bastante experiencia”, comparte una de las estetas con más presencia en las carteleras independientes.

La clave ha sido no dejar el gimnasio y ser autocrítica con su trabajo. “Sé que debía trabajar en cuanto a la lucha pero también poner mucha atención en la cuestión de la imagen física. Es algo que como atletas no debemos perder”.

Así que le pone atención a los detalles, que suelen hacer la diferencia con el resto de sus contemporáneas. “Siempre estoy buscando algo llamativo que les guste a los niños y niñas; que sea agradable para los caballeros sin perder mi esencia como luchadora. También es importante llegarle a las mujeres, que puedan identificarse con tu evolución”.

Su nombre es parte vital en las carteleras de la Súper X, una empresa que al igual que ella se mantiene pese a las adversidades. “Me va bien a pesar de la manager (Setzuko). He podido demostrar lo que he aprendido en base a mi esfuerzo”.

El reto inmediato se llama Lolita, con quien tiene una cita este sábado en el Merkado Hamburgo de la Ciudad de México. “Lolita es una rival muy fuerte y con experiencia. La respeto como rival y tengo la ventaja de que lo he parado de luchar y ella si. No me confío pero puedo salir adelante porque he aprendido mucho”.

En la estelar se medirán Sangre Azteca y Emperador Azteca.