TRAS UN ACCIDENTE
Armando Araiza dejó la receptoría para convertirse en pitcher de los Diablos Rojos
Foto: Archivo El Gráfico
La vida de Armando Araiza dio un giro a principios del 2020. Un accidente automovilístico casi le cuesta perder la mano izquierda y su carrera en el beisbol.
Así que el pelotero de 27 años tuvo que reinventarse y dejó la careta y el peto de ‘catcher’, para seguir aliado con la pelota, aunque desde el otro lado de la trinchera: como lanzador.
Así enfrentó la pretemporada con los Diablos Rojos y convenció al timonel Miguel Ojeda para hacer el equipo como relevista corto. Su prueba de fuego fue ante el exligamayorista Yasiel Puig, a quien dominó. Después, retiró una entrada en orden con dos ponches.
Ayer los ‘pingos’ vencieron 10-9 a Oaxaca, en el primero de la serie en el estadio Alfredo Harp Helú.