Al mexicano Santos Escobar no le ha caído tan mal la pandemia, pues ya es campeón

Apoco más de un año de su llegada a la empresa WWE, el luchador mexicano Santos Escobar, mejor conocido como el Hijo del Fantasma, se ha colocado como una de las figuras estelares de la marca NXT. 

Debutó en febrero del año en curso, a las pocas semanas, el mundo entró en crisis por la pandemia del Covid-19. Esto provocó cambios en la industria que afectaron a muchos, pero para él significó ascender al protagonismo en poco tiempo.

Debido al coronavirus, NXT se vio obligado a crear un título interino de peso crucero, ya que el campeón, Jordan Devlin, se encuentra confinado en su natal Irlanda y no puede regresar a Estados Unidos. Esta ocasión la aprovechó Escobar para coronarse en la industria.

“Por supuesto, en toda crisis hay oportunidad. Y esta crisis presentó para mí la máxima oportunidad que fue presentarme, con las reservas que tuvo el caso de la pandemia, pero presentó la oportunidad de que pudiera demostrar mi capacidad, mi talento en una estructura y escenario diferente, y aún así presentarlo al público universal, porque tanto la gente de Estados Unidos, como la de México, Centro y Sudamérica, pudieron seguirme”, presumió.