La Copa Oro debe dar otro tipo de premio, considerar en las oficinas de la Concacaf que no todo es dinero, que existen valores distintos por los que se debe competir.
Al primer lugar se le entrega un millón de dólares, una buena cantidad, pero que no compensa la mediocridad de las selecciones nacionales que aquí compiten, o mejor dicho, intentan competir. El nivel de Cuba, Nicaragua y Martinica han evidenciado la pobreza de la zona, debería hacer replantear este torneo.