A demostrar dignidad y valores en el América

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 13/05/2020 23:03 Gerardo Velázquez de León Actualizada 23:03

El pasado 12 de marzo, el América hizo lo moralmente correcto al no permitir que uno de sus futbolistas se mantuviera en la institución; lo separó del plantel tras ser protagonista de un caso tan delicado como lo es la violencia doméstica y sobre todo, tentativa de feminicidio.

Quien haya cambiado de parecer, si es que fuera el caso, está muy lejos de la decencia y dignidad que debe mostrar un equipo de futbol de alta categoría.

Que vuelva a sonar que Renato Ibarra puede quedarse en el club no es más que traicionar los principios y valores de una empresa que no solamente vende futbol, sino también credibilidad. ¿Quién creerá ahora cuando hablen en sus espacios informativos sobre la violencia de género?

La decisión tiene que venir de lo más alto en el organigrama y no desde el escritorio de un empleado que mercenariamente piensa, para no quedar mal con su jefe, en no perder los cinco millones de dólares en los que está tasado el ecuatoriano; decisión que ni es tan profunda ni debería ser tan pensada, ya que ni la dignidad ni la decencia tienen costo y por más que una juez haya absuelto de cualquier responsabilidad ante la “mujer agredida” a Ibarra, es sabido que esto se debió a una negociación entre la parte afectada y el acusado, y no por obra de la justicia.

Lo anterior, es lo que menos le debe importar al América. Que un futbolista sea imputado por delitos tan graves debería ser suficiente, para cualquier institución seria, para romper con su relación, sin importar que se piense que es el futbolista que revolucionará su juego o cargará al equipo en los hombros (que no es el caso). Esa seria decisión le corresponde a una mente ejecutiva con decencia, no a un burócrata en el club.

Ha trascendido que a Renato le gustaría ir a Pachuca, en donde podría estar al lado de su hermano Romario... Si es así, que lo dejen ir, que otro equipo —si es capaz de pensar en contratarlo—, cargue con la responsabilidad moral de tener en sus filas a un personaje así. Y si es porque temen perder el dinero que han invertido en el ecuatoriano desde que llegó en 2016, que lo pongan en una balanza para cotejarlo con los problemas de imagen que pudieran tener con su permanencia.

Pero hay otro punto que poco se ha tocado con relación a este tema y que abre la pregunta de ¿por qué la Liga MX no tomó una postura al respecto, cuando se trata de un problema de conducta de uno de sus afiliados?

Es claro que la Liga no puede hacer que un club rompa el contrato con uno de sus futbolistas, pero lo que sí puede hacer, es —como en las ligas de Estados Unidos—, imponer una sanción económica y de suspensión de partidos desde el momento en que inicia la investigación.

Así ha pesado en el beisbol, basquetbol y futbol americano, sobre todo en casos de violencia familiar (que ya hemos retratado en este mismo espacio).   Pero aquí lo dejan al club, pareciera que a la Liga le da lo mismo lo que suceda entre sus afiliados y ese no es el camino a seguir.

La decisión para el América no debería ser tan difícil. Lo que sucedió con Renato Ibarra no da para que siga en una institución del prestigio como la americanista, y quien no lo quiera ver así tampoco tendría por qué estar en ésta, que es uno de las más grandes instituciones del país.

Comentarios