La temporada de fiestas se acabó, pero nunca falta quien quiere relajarse saciando su “sed de la mala”. Es un antojo normal y se vale echarse una copita… siempre que se haga respetando las reglas y con moderación.

El problema es que hay negocios que hacen caso omiso de los lineamientos sanitarios que hay ahorita para prevenir contagios de Covid-19 y venden alcohol sin importarles la ley seca, la sana distancia o hasta operar en la clandestinidad.

Me refiero a las chelerías, seguro ubicas alguna por tu barrio. Ese vecino que vende bebidas sin medidas de higiene, a cualquier hora e incluso, a menores de edad. Recientemente, además, se han registrado delitos de alto impacto vinculados a estos lugares.

Tú sabes que estamos en un momento muy difícil de la pandemia. El porcentaje de hospitalización en la Ciudad de México ha llegado al 90 por ciento. Ponte “al tiro” y haz equipo para cuidarte y cuidar de los demás.

En el Consejo Ciudadano, de marzo del 2020 a enero al 2021, hemos recibido más de 80 reportes relacionados con la venta de alcohol a pesar del semáforo rojo. La gente está realmente preocupada porque pueden ser un foco de infección no sólo para los compradores, sino para quienes viven cerca.

Podrías pensar que una no es ninguna. Pero una chela barata, en un lugar de mala muerte, podría ser en realidad la más cara de tu vida, porque puede afectar tu salud o la de tu familia. 

Si quieres reportar a un local irregular, llama a nuestra Línea de Seguridad o al Chat de Confianza 55 5533-5533. Tu denuncia puede ser anónima.