Cruz Azul y su venta de humo

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 26/07/2019 00:00 Gerardo Velázquez de León Actualizada 12:46

La venta de humo a su máximo esplendor. Al término del partido entre el Cruz Azul y Chicago Fire por la Leagues Cup, el entrenador portugués, Pedro Caixinha, anunció que una gran sorpresa para sus aficionados se daría a conocer el jueves y paralizaría al medio futbolístico.

No fue así, solamente fue la ratificación de un tema ya sabido, anunciado por ellos mismos en sus redes sociales (para quienes pueden verlas si no están bloqueados como lo están muchos) y que si bien es una agradable y justa decisión de hacer un homenaje al gran Óscar Pérez, la realidad es que los aficionados celestes esperaban mucho más, como siempre pasa con este equipo.

La contratación de Josef Martínez, delantero venezolano que tanto éxito tiene en la MLS, era una de las noticias que esperaban los seguidores azules, o bien, la construcción de su nuevo estadio, o simplemente que se comprometieran a ser campeones y si no lo hacen que renuncien todos a sus cargos, porque después de 21 años, casi 22 sin un campeonato de Liga, ya están acostumbrados a las grandes decepciones, por eso la reacción agresiva en redes sociales cuando culminó esta conferencia llena de humo en el Estadio Azteca.

Eso sí, lograron captar la atención de todos, pero fue en vano, no sirvió para maldita la cosa, más que para darse cuenta que siguen teniendo muchos porristas disfrazados de periodistas en los medios, que se dedicaron estos días a ser cómplices de tan decepcionante noticia.

Insisto, en esto nada tiene que ver con lo bien que hicieron en organizar un homenaje a Óscar Pérez, un futbolista excepcional, que a los 46 años tiene una forma física envidiable, una trayectoria sublime, además de un carácter y personalidad maravillosos. La sencillez y buen trato del Conejo fue la característica de este estupendo portero que sin duda debe ser, el último gran orgullo de las fuerzas básicas de Cruz Azul. En eso no hay discusión ni polémica, pero sí en jugar con las ilusiones de una afición decepcionada.

Los equipos deben regresar algo de lo que entregaron sus figuras, aunque sea patear el balón y salirse del campo, como sucederá el sábado en el Azteca con Pérez. El dejar que la gente le dé reconocimiento es de alta clase, de una directiva sensata y que entiende de lo que se trata este deporte, por eso fue más doloroso para sus aficionados que les anunciaran una sorpresa que no fue sorpresa, porque todos ya lo sabían.

Ahora bien, especulando, Caixinha se fue de boca porque tal vez existía algo más, una típica negociación que podría estar cerrada, pero no firmada, suele pasar.

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