Hace años tenía una fantasía: que una chica me orinara. Con la pareja de aquel momento no se dio, no le gustaba, pero una noche, con una chica pasó y fue de la forma más natural. En medio del sexo me dijo que tenía que hacer pis y yo con naturalidad le dije que por qué no lo hacía sobre mi pecho en la cama y abrió sus piernas, se puso sobre mí y lo hizo. Fue demasiado excitante. Sentir su líquido caliente corriendo sobre mí, hasta allí todo normal, pero la práctica ha ido en aumento. Lo hace sobre mí y yo también orino sobre ella. Nos gusta dormirnos sobre las sábanas empapadas, nos gusta chuparnos el sexo después de orinarnos y, sobre todo, penetrarla cuando su vagina esté mojada de orín. La excitación que sentimos va aumentando. No consigo la forma de parar y ya me está preocupando. César P.
La lluvia dorada como se conoce a orinar a la pareja es más común de lo que muchos piensan y es considerada una parafilia y como todas, puede no tener nada de malo, pero el asunto aquí es cuando las cosas salen de control y empiezan a causarnos ansiedad, como en tu caso. Lo que tienes que tener claro es que siempre se puede decir “NO”, el sexo sano se basa en reglas claras y límites concretos; cuando esto ya no pasa es momento de detener las cosas y acudir a pedir ayuda profesional, en este caso con el sexólogo. Ve a terapia para que puedan, como pareja, establecer hasta dónde cada uno puede seguir con esta práctica sin violentar al otro.
Tengo una gran duda, en una relación sexual de pareja, para una mujer, ¿cuánto tiempo sería el máximo para que dure el placer de la penetración, antes de que llegue al orgasmo? ¿penetrada, una hora o más? Gabriel Z.
Cada persona tiene una tolerancia diferente ante el sexo, en este caso una penetración de una hora es mucho tiempo, no dudamos que haya hombres que puedan tener erecciones de una hora, pero estar constantemente penetrando a una mujer por una hora es maratónico y cansado. Por lo general, se dan descansos que se marcan al cambio de posturas sexuales y de acariciar otras partes erógenas. La recomendación es que vayas a un taller de educación sexual para que te quede más claro el asunto.
Me llamo Sofía, tengo 29 años, y tengo herpes, por esta causa me he dedicado a relacionarme sólo con chicos de mi edad que pasen por lo mismo, para poder tener una relación, ya que es bastante difícil encontrar a alguien sin el virus que comprenda que el herpes no impide llevar una relación normal. Me siento fatal porque creo que no lo conseguiré, ayuda por favor. Leticia M.
Efectivamente, el herpes es una enfermedad que puede alejar a muchas personas, la angustia que sientes no te va a ayudar en tu objetivo de conseguir pareja; por ello, debes de acudir a una terapia sicológica que te ayude a superar el asunto de la enfermedad y, además, aprendas a vivir con ello y sepas de qué manera puedes tener una vida sexual. Cuando estés emocionalmente lista, podrás ver que no sólo podrás tener relaciones amorosas con personas en tu misma situación, sino aprenderás a escoger una pareja a quién contarle y enseñar a tener una sexualidad plena, con todas las precauciones necesarias para ello.