Cambiar el modelo económico

Martí Batres

OPINIÓN 31/01/2017 09:55 Martí Batres Actualizada 09:55

El ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos significa altas posibilidades de ver el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado el 4 de octubre de 1988 y del que se dijo traería la bonanza a nuestro país, a pesar de las críticas y las alertas que se externaron desde ese momento.

Trump y sus políticas contra México nos están enseñando, 29 años después, que el futuro de México no debe estar anclado a la situación de otros países; que poner por encima de todo los intereses de los mexicanos no implica aislarse del mundo, ni negarse a hacer transacciones internacionales. Tan sólo significa afrontar los retos en mejores condiciones.

A pesar de lo que se diga hoy,  el nuevo presidente de Estados Unidos no es el primero en aplicar medidas proteccionistas para defender su economía.

 La realidad es que  nuestros vecinos no dejaron nunca de aplicar este tipo de políticas para beneficiar a sus productores. Mientras, nosotros abrimos las puertas sin más, a rajatabla, lo que significó el fracaso de muchas ramas productivas nacionales.

Otro rubro donde el país enfrentó el Tratado de Libre Comercio con desventaja fue el del empleo y la migración, pues con el pretexto de fomentar la inversión extranjera se castigó como nunca, lo que acrecentó el fenómeno de la migración hacia el norte.

Ahora que el presidente de Estados Unidos cuestiona el comercio con nuestro país, nos obliga a voltear hacia otros horizontes y abre la posibilidad de cambiar el modelo económico, de cambiar la estrategia económica.

Esta situación debe hacer que valoremos el papel del mercado interno y con este el fortalecimiento del ingreso de los trabajadores y de las clases medias, el apoyo a la empresa nacional, así como la diversificación de nuestras relaciones económicas con Asia, con Europa y con América Latina.

Sin embargo, resulta penoso que este debate no lo haya provocado el incremento de la pobreza, el aumento de la violencia o el fracaso de las reformas estructurales, sino el entorno internacional, las decisiones del presidente Trump.

Para afrontar esta situación, sin duda es necesaria la unidad nacional pero esta unidad debe tener como contenidos el fortalecimiento del mercado interno, de los ingresos de los mexicanos, así como apoyo y fomento a la empresa nacional. Si además el gobierno rectifica en temas como los ‘gasolinazos’, la unidad nacional será posible. 

Es necesaria la unidad nacional pero esta unidad debe tener como contenidos el fortalecimiento del mercado interno, de los ingresos de los mexicanos, así como apoyo y fomento a la empresa nacional. Si además el gobierno rectifica en temas como los ‘gasolinazos’, la unidad nacional será posible”.

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