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Noticias de la semana pasada publican datos sobre el incremento e incidencia de delitos que van desde de robo sin violencia hasta homicidios, secuestros y narcomenudeo.

Otras noticias revelan que hay tres cantinas por cada biblioteca en la Ciudad de México, mientras diversas encuestas elaboradas de la prensa escrita dan cuenta de la percepción ciudadana de que ha aumentado la inseguridad en la zona metropolitana (ZMCM).

Lo que hasta hace algunos años era publicitado como una “burbuja capitalina” respecto de las condiciones de inseguridad que se vive en el resto del país parece romperse, en especial a consecuencia del narcotráfico, el secuestro y la trata de personas, entre otras actividades criminales.

En sendos estudios, científicos sociales como Juan Manuel Sandoval Palacios, investigador titular C de la Dirección de Etnología y Antropología Social del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Brisa Maya Solís, Directora Ejecutiva del Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), y Georgina Isunza Vizuet y Juan Hernández Esquivel, del Centro de Investigaciones Económicas y Administrativas y Sociales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) refieren que la inseguridad es un tema que se ha instalado en el debate público y en la agenda no sólo regional, sino también nacional.

Isunza y Hernández presentaron en 2001 un análisis titulado: Seguridad pública y participación ciudadana en el Distrito Federal (http://goo.gl /Ozx3hZ), en el cual incorporan el concepto de participación ciudadana y el papel que puede jugar en la gestión de seguridad de su entorno y como una forma alternativa de hacer frente a este grave problema al sostener que “es vital en los procesos de seguridad, pues contribuye a fortalecer una actitud preventiva, de denuncia ciudadana y da mayor cohesión social frente a las redes delictivas y a la impunidad imperante.”

Las mejores experiencias de participación ciudadana, en este caso, han sido los comités de seguridad pública, pues son las comunidades quienes no sólo padecen la inseguridad, sino que también tienen identificados a los factores que la producen.

La participación activa de la sociedad es quizás el mejor recurso que tenemos como país para enfrentar los grandes problemas que nos aquejan.

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