Más y mejores créditos

LILIA MERODIO

OPINIÓN 30/06/2016 11:51 LILIA MERODIO Actualizada 11:51

Más y mejores créditos con una política de inclusión financiera, pero ¿de qué trata? De acuerdo con la Política Nacional de Inclusión Financiera se define esta “como el acceso y uso de servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades de todos los segmentos de la población.” Es decir, es un tema de equidad social, de justicia y de cómo incorporar a los excluidos a la modernidad, al desarrollo en la economía global.

El lanzamiento de dicha Política Nacional, por parte del Presidente de la República y la Reina Máxima de los Países Bajos, se dio en el marco de la Segunda Encuesta Nacional de Inclusión Financiera en donde los avances han sido claros. Se pasó de un 56% en el 2012 de la población de los adultos que forman parte del sistema financiero, a 68% para el 2015.

 El problema radica en que faltan millones de mexicanos que puedan estar involucrados con instituciones públicas y privadas en el sistema financiero.

La política pública enfocada en incorporarse al sistema financiero formal ha sido agresiva. Ejemplo de ello es cómo el Programa PROSPERA se convirtió en un herramienta de inclusión financiera; ya que más de 7 millones de beneficiarias del Programa han recibido una tarjeta de débito y un seguro de vida. Es decir, cerca de 700 mil beneficiarias del Programa utilizan los productos financieros, tanto créditos como en la generación de ahorro.

Otro ejemplo se ha dado en el campo. Financiera Nacional de Desarrollo, banca de desarrollo, ha lanzado un Programa de Crédito para Pequeños Productores que ha beneficiado a 270 mil pequeños productores en un crédito que no exige garantía hipotecaria, en donde la garantía es únicamente la cosecha, en el que la tasa de interés es solamente del 7.5%, y si son mujeres, es del 6.5%. Y de estos 270 mil acreditados en el campo, 85% nunca habían tenido crédito. No tenían historial de crédito.

El avance es significativo, debido a que el crédito pasó del 25% del PIB al 32% en tan sólo tres años.

Esto se logra, entre otras cosas, porque hay mayor competencia en el sistema financiero.

Y el esfuerzo ha sido de todos, ya que pese a las críticas que hubo en el Congreso de la Unión, donde aprobamos la reforma financiera, poco se hablan de los beneficios, de los resultados claros en donde se da más crédito, a menores costos.

Por último, resulta importante mencionar los cuatro pilares de la Política Nacional de Inclusión Financiera.

El primero de ellos es aumentar la infraestructura para que la población pueda tener mayores accesos a los servicios y productos financieros.

El segundo de ellos es la adquisición y contratación por parte de la población de los productos o servicios financieros; haciendo que la oferta y demanda de los productos sea equilibrada.

El tercer punto es la protección al consumidor para que contemos con un marco que garantice la transparencia, el trato justo y los mecanismos efectivos para la queja y asesoría.

Y por último, la educación financiera para que la población adquiere aptitudes, habilidades y conocimiento en el tema.

Ahora esperemos que las instituciones financieras hagan su trabajo y ofrezcan más y mejores condiciones de crédito.

Permitamos que la educación financiera organice adecuadamente nuestras finanzas para tener educación, salud y un retiro para nuestra vejez.

*Senadora de la República

Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables.

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