La privatización y el Mundial

OPINIÓN 30/05/2014 05:00 Actualizada 05:00

Si la contrarreforma constitucional en materia energética fue aprobada la madrugada del 12 de diciembre, su ley secundaria será discutida durante el Mundial de futbol de Brasil. Es decir, en el ánimo del gobierno federal y sus aliados persiste la antidemocracia. Quieren entregar los bienes naturales de México a espaldas de la gente. Tienen la intención de que la privatización forme parte de la cruda mundialista. Le quieren meter un gol al país.

No obstante, la culpa no es del futbol sino de los legisladores y del gobierno. En un sistema verdaderamente democrático las llamadas reformas estructurales y sus respectivas leyes secundarias hubieran sido aprobadas en medio de un amplio debate abierto a la sociedad. Sin embargo, esto no se hizo porque el proyecto de Peña Nieto y de los partidos aliados en el Pacto por México no es el de la democracia sino el de un autoritarismo pudibundo y demagogo.

Por eso, el papel de diputados y senadores desde el inicio de la legislatura se ha limitado a levantar la mano. Ya ni siquiera leen lo que aprueban. Basta que sus dirigentes de partido les digan cómo deben votar. De ahí que aprueben cosas de las que no tienen conocimiento, que haya “manos oscuras” que meten en los proyectos de ley atrocidades como las pensiones millonarias a los miembros del Tribunal Electoral.

El paquete de contrarreformas de Peña Nieto ha significado serias derrotas para la gente que ahora enfrenta la vida sin derechos laborales, que gana menos y paga más impuestos. Por eso, resulta obvio que los partidos de la Selección nacional emocionen y atrapen la atención de la población. La gente busca una victoria, un motivo para festejar en medio de la desolación que ha dejado a su paso el regreso del PRI al poder.

Ignoro si la justa mundialista dé una felicidad a los mexicanos. En cambio, estoy seguro que aún hay forma de ganarle a Peña el partido por el petróleo. Como dicen los clásicos del balompié “esto no se acaba hasta que se acaba” y en el tema de la privatización del petróleo todavía faltan los tiempos extras y, si es necesario, los penales.

La colecta de firmas a favor de la consulta ciudadana en materia energética avanza. Goza del apoyo de la gran mayoría de la población y de conseguirse el número de rúbricas que pide la ley se abre la posibilidad de que la gente eche abajo la privatización de nuestros recursos naturales.

La pasión por el futbol no significa que la lucha pare, porque toda la alegría que pueden ofrecer las estrellas mundialistas no borra los agravios ni las penurias económicas por las que pasan las familias. En esas fechas los brigadistas promotores de la soberanía nacional seguirán tocando puertas y recabando apoyo. Sobre la privatización aún no se ha dicho la última palabra. La gente puede vencer con un gol de último minuto.

Peña Nieto no trae puesta la camiseta de México, lleva los colores de las transnacionales. Para vencerlo hay que firmar.

Comentarios