Dr. Meade y Mr. López, el duelo moral

LEO AGUSTO

OPINIÓN 29/11/2017 13:28 LEO AGUSTO Actualizada 13:28

Al interior del PRI, no hubo un solo militante con historial libre de escándalos de corrupción, “incidencias” que la sociedad civil utiliza para “bulear” al pobrecito gobierno, usted ya se la sabe. El dinosaurio optó por un simpatizante lo más cercano al concepto electoral de “ciudadano”, al no encontrar dentro de sus filas un cuarto bat de la moral que pudiera hacerle frente a la pureza política de Andrés Manuel López Obrador, esa que presume en el templete como su principal capital. 

El destape al viejo estilo tricoIor de José Antonio Meade como el perfil idóneo, “mas no el mejor” (diría Santiago Creel) ya trajo su primera consecuencia en el juego de la silla; cerró la contienda entre dos partidos: PRI y Morena, situación impensable apenas el año pasado cuando Ricardo Anaya seguía cosechando gubernaturas como fruto de su alianza con el PRD. Vamos, el de Querétaro se dio el lujo de ningunear a Manlio Fabio Beltrones en cadena nacional de televisión. Era “la plenitud del pinche poder”, diría un ilustre priista veracruzano.

Pero los tiempos cambian; en una encuesta telefónica nacional difundida ayer, destaca que fue elaborada luego del destape de Meade. El estudio de la encuestadora Gabinete arroja datos interesantes: López Obrador sigue arriba en las preferencias con el 28%, mientras que Meade tiene el 23% de la intención de voto. Muy abajo y sin posibilidades, aparece la chiquillada: Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Miguel Ángel Mancera y Jaime Rodríguez Calderón. En ese orden, desde el 11% hasta el 4% del rezagado ‘Bronco’. El principal dato intangible en el segundo pelotón de participantes es la pulverización del “Frente”, que probablemente hubiera cerrado la elección a tercios. 

En la misma encuesta, se mide la percepción negativa, tópico donde Meade tiene ventaja sobre AMLO: 24% de negativos, sobre el 38% del tabasqueño. Así ganó Claudia Sheinbaum sobre Ricardo Monreal, por la diferencia en los famosos negativos. Esa es otra tendencia mundial en las elecciones, la gente está votando por el “menos malo”, aunque no siempre es la mejor opción. Así les fue con Donald Trump

Entre todos los perfiles llenos de bonhomía que circulan sobre la figura y trayectoria política de Jose Antonio Meade, hay una característica que se repite; no hay registro de escándalos de corrupción cometidos por él como servidor público. El dato resulta importante porque López Obrador se jacta de lo mismo, mientras que en Meade, la honestidad en el servicio público salta a la vista del elector promedio.

Hablando de “superioridad moral”, AMLO quedaría anulado en dicho tema durante los debates presidenciales. En dado caso, ambos personajes, Obrador y Meade, padecerían el mismo tipo de ceguera selectiva, al no ver lo que hacían personajes y situaciones que en teoría deberían estar bajo su supervisión, como René Bejarano en el caso de AMLO y las finanzas en los gobiernos de los estados, con Meade. La desventaja real de Meade es la falta de experiencia como candidato, la estructura del PRI no aguanta un candidato gris. ¿Podrá convertirse en el Justin Trudeau de Chimalistac en tres meses? Bienvenidas las apuestas.

Periscopio. El “destape” de Meade metió presión en las definiciones en la alianza PAN-PRD, donde los de Movimiento Ciudadano ya se dieron cuenta que podrían ganar la gubernatura de Jalisco, sin la izquierda y la derecha como chaperones. 

Bitácora de lo absurdo. El juego del ‘tapado’, con su culminación al presentar al aspirante designado por el Presidente ante los líderes de los sectores del PRI, es un espectáculo que nos podríamos ahorrar en futuras sucesiones, la política necesita una actualización. Para los priistas, fue el abuelo que vuelve a jugar al Turista, luego de mucho tiempo. Aunque retro, el destape no conecta con los millennials, principal objetivo electoral del PRI. Esta generación que es aficionada a los años 80, en este 2017 ya vivió un terremoto donde sacó la casta y una liturgia política con olor a naftalina, historias y tragedias que sólo conocían por pláticas de sus mayores. 

 Twitter: @LeoAgusto

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