En México, las ofrendas del día de muertos son una forma de seguir recordando a los difuntos y, aunque parezca absurdo para algunos, seguir en contacto con ellos. Era la costumbre de los pobladores prehispánicos enterrar a sus muertos debajo del suelo de sus casas para mantenerlos "cerca". Un temor frecuente entre quienes han perdido a una persona amada es llegar a olvidarla. Montar un altar con la comida y bebida favorita del difunto es una forma de evitar que caiga en el olvido. Es algo que hacemos para asegurarnos de que el extinto sigue formando parte de la familia y que lo hará para siempre.

El altar de muertos es nuestra forma de honrar a los difuntos y, al mismo tiempo, mantener vivo su recuerdo. Es una forma de mostrar amor por ellos, a pesar de que ya no están físicamente con nosotros. Hay otras otras formas de mantener viva su presencia, algunas propuestas por el Dr. LaGrand, experto en tratamiento de pérdidas y duelos, y podrían servir a quien perdió a su pariente o amigo hace ya tiempo y también a los que han perdido a alguien recientemente.

Comida. Cocina la receta favorita del difunto, el platillo que mejor le quedaba o el que más le gustaba. Es posible que su plato preferido coincida con los típicos de esta época del año, por ejemplo, calabaza en tacha o tamales. La idea es compartir con otros la comida que se prepara en honor a cada muerto. Mencionar la razón por la que has hecho la receta puede llevar a compartir vivencias y memorias, lo que puede hacer el momento muy disfrutable. Asegúrate de incluir una historia divertida.

Armonía y placer. Pon su música favorita o su canción predilecta. Si te sientes como para hacerlo, canta. Platica acerca de éste y otros gustos del extinto. Recuerda las formas en que disfrutaba de la vida.

Creatividad. Encuentra la forma de reconocer de manera simbólica la presencia del ser amado: ten a la vista un objeto que le haya pertenecido, enciende una vela, exhibe algo que haya hecho o pintado, haz un brindis en su nombre.

Vivencia. Visita los lugares a los que le gustaba ir. Podrías ir a varios lugares en un día. Esto te puede ayudar a conectarte con sus gustos y estilo de vida. Pon atención a los recuerdos que la visita evoca.

Naturaleza. Planta un árbol, crea un pequeño jardín, planta semillas de flores que brotan cada año. Llámalo "el árbol de Ana", "el jardín de Paco" o "las flores de José". Colócalos en un lugar donde los puedas ver con cierta frecuencia. Comenta con otras personas cómo van creciendo las plantas.

Satisfacción. Elabora un collage con fotografías de la persona cuyo recuerdo quieres mantener vivo. Elige imágenes donde se vea feliz y trata de contagiarte de la alegría que ves en las fotos. Este collage puede ser un recordatorio de la dicha de que gozó en esta vida.

Algunas de estas ideas podrían generar reacciones emocionales que pueden ir de la nostalgia al gozo. No temas a lo que surja, después de todo se trata de tomar contacto con el recuerdo de la persona fallecida y unas lágrimas derramadas siempre pueden ser liberadoras. Después de un tiempo, la tristeza, al igual que todo lo demás, pasa. Cómo retengas en tu memoria y honres a tu ser querido es cuestión de creatividad. Toma en cuenta cómo le hubiera gustado ser recordado y lo que aprendiste de él/ella. Recuerda que la persona muere en tu corazón y en tu mente sólo cuando la olvidas.

CITA:
"La muerte no nos roba a los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo"
FRANÇOIS MAURIAC ESCRITOR FRANCÉS

DATO INTERESANTE:
La celebración del Día de Muertos en México fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en 2003. (www.milenio.com)

RECOMENDACIONES:
Ofrendas de muertos. Megaofrenda en Ciudad Universitaria, dedicada a Remedios Varo. El mexicanísimo Día de Muertos tendrá un toque francés en la
ofrenda del Museo Dolores Olmedo. Las calacas de cartón que tradicionalmente se incluyen representarán a artistas de la escena parisina como Modigliani y Picasso.