Fidel Castro, Patria y muerte

LEO AGUSTO

OPINIÓN 28/11/2016 09:21 LEO AGUSTO Actualizada 09:21

En las redes sociales, se dio un amargo debate al juzgar los errores de Fidel Castro, casi todos listados en el espacio editorial de ayer domingo del periódico The Washington Post, como el fusilamiento de la cúpula del gobierno derrocado; la censura a los artistas de todas las disciplinas que no estuvieran alineados con los principios de la Revolución Cubana; el pensamiento único; la represión a grupos minoritarios plasmada de manera simbólica en el caso del poeta Reinaldo Arenas

Y por el otro lado, ardía el incienso digital con loas a las épicas proezas de Fidel al tomar el Palacio de la Moncada, la guerrilla en Sierra Maestra, el inicio de la epopeya del Caribe al zarpar de Veracruz rumbo a la isla en el legendario ‘Granma’. La conspiración en La Tabacalera con ‘El Che’ Guevara en el número 49 de la calle Emparan. El papel fundamental y estratégico que jugó México por su ubicación en el mapa. 

Toda esta alharaca es común ante la dimensión del personaje que ya no está entre nosotros. El “juicio de la historia” en el que Fidel confió su absolución en los libros, no será sencillo, son tantas las luces del líder mundial como sus sombras, que difícilmente se dará en el corto plazo. Entre otras cosas, porque falta ver la posición del gobierno de Raúl Castro ante la llegada de Donald Trump y el consecuente papel de liderazgo de Putin en el inminente nuevo escenario en la geopolítica mundial. 

Lo correcto sería mostrar respeto ante el duelo del régimen y dejar que sea el propio pueblo cubano quien tome la decisión de enterrar la Revolución Cubana junto al extinto líder de 90 años o “mantener vivo” su legado.

Periscopio. Como usted sabe, la frase: “Patria o muerte”, fue utilizada en vida por Fidel Castro Ruz (Birán, 1926 - La Habana, 2016) como colofón de los más de 2,500 discursos pronunciados por el líder de la Revolución Cubana, la más importante a nivel global durante el siglo XX. Quizá parezca una exageración, pero la isla representó el dedo soviético en el gatillo durante los años de la Guerra Fría.

Bitácora de lo absurdo. Más allá de realizar un juicio acerca del papel de Felipe Calderón, como presidente de México, su desempeño como ex mandatario abre muchas interrogantes debido al nivel de sus respetables opiniones. Ahí le va el desafortunado obituario del aspirante a primer consorte de la nación plasmado de manera lamentable en un Tweet: “Cuando nací, Fidel Castro ya era dictador en Cuba. Fui Presidente de México y seguía siéndolo. Ojalá llegue pronto la libertad a los cubanos”. Calderón pone sus dotes en diplomacia a la altura de otros que nunca lograron darle una dimensión adecuada al papel de México en la frágil relación entre Washington, D.C. y La Habana, como en su momento Jorge G. Castañeda, que acusó a Fidel y los suyos de “estar ardidos”. El dislate del hoy aspirante sin partido a la presidencia puso en riesgo las relaciones diplomáticas entre México y Cuba con la consecuencia de una intromisión del gobierno castrista en asuntos de política interna como la detención de Carlos Ahumada y con el posterior respaldo del propio Castro a la teoría de la conspiración respecto al complot de Salinas contra López Obrador para imponer justamente a Felipe Calderón en Los Pinos. Dicha empatía se expresó en el texto “El gigante de las siete leguas”, publicado en agosto de 2010 por Castro Ruz. El apoyo de Fidel a AMLO radicó en la coincidencia entre lo escrito por el tabasqueño en el libro “La mafia que se adueñó de México... y el 2012” y las declaraciones del propio Ahumada ante las autoridades cubanas antes de extraditarlo a nuestro país. El desafortunado tweet de Felipe Calderón dinamita un puente de comunicación entre Margarita Zavala y Raúl Castro. Eso lo podemos dar por sentado, principalmente por la falta de respeto al duelo. Si pudiéramos tomar una hipotética respuesta de Castro a Felipe de Jesús, sin duda sería la siguiente, incluida en el referido texto, ‘El gigante de las siete leguas’: “López Obrador será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe...” ¿Será?

SubmarinoPolitico.com 

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